Tensión en la frontera entre Bielorrusia y Polonia: cañones de agua y gases lacrimógenos contra los migrantes

  • El Ejército polaco usa cañones de agua y gases lacrimógenos para desalojar a los inmigrantes

  • Los migrantes acampados en la frontera responden lanzando piedras

  • La Cruz Roja y ONG denuncian que la situación humana es alarmante

Empujones, gases lacrimógenes contra pedradas entre fuerzas del Ejército de Polonia y un millar de inmigrantes que soportan las bajas temperaturas a la espera de entrar en territorio UE. Siete agentes polacos han resultado heridos por las pedradas de los que se han resistido al desalojo. De la parte de los migrantes no hay más información.

El ministerio del interior polaco acusa además a Bielorrusia de armar a los migrantes con granadas aturdidoras para enfrentarse a sus agentes. Mientras amenazaban por los altavoces con usar la fuerza si no obedecían las órdenes, las tanquetas polacas han dispersado a los acampados con potentes cañones de agua y gases lacrimógenos.

Polonia y Bielorrusia intercambian acusaciones mientras el caos se apodera de la zona

En paralelo a esta batalla campal, Varsovia y Minsk libraban otra de propaganda, culpándose mutuamente del caos provocado en las fronteras de Polonia, Lituania y Estonia, donde desde hace semanas se han concentrado miles de personas provenientes de Oriente medio.

La UE culpa a Alexander Lukashenko de instar y facilitar el transporte de migrantes en las fronteras de la UE, pero versiones aparte, la situación se vuelve cada vez más peligrosa. Los migrantes, empujados hasta aquí por el régimen bielorruso, confían en que la Unión Europea acabará cediendo.

"Presionarán al gobierno polaco para que abra las puertas y nos deje entrar" Algunos siguen tratando de cruzar las verjas por la fuerza. Polonía denuncia con este vídeo que reciben la ayuda de militares bielorrusos.

Miles de personas procedentes de países asiáticos como Siria e Irak se han trasladado a la frontera con la intención de cambiar de vida en la UE , pero Polonia y los países bálticos han cerrado la frontera para impedir el acceso creándose una situación caótica y desesperada. Hasta el momento han muerto 11 migrantes.