Una imagen histórica del descrédito de la democracia americana: un asaltante del Capitolio en el despacho de Nancy Pelosi

  • Dejó un mensaje en el escritorio: "No nos rendiremos"

  • Pelosi es la tercera en la línea de sucesión de presidente tras el vicepresidente

Es la imagen del descrédito de la democracia americana, una de las imágenes que formará parte de la historia negra de los Estados Unidos. Se trata de uno de los asaltantes del Capitolio ocupando el despacho de la presidenta de la Cámara de los Representantes, Nancy Pelosi, con los pies encima de la mesa y sonriendo. El manifestante extremista ha dejado un mensaje encima de la mesa de la senadora demócrata más importante de la cámara: "No nos rendiremos". El hombre sonríe con un pie puesto sobre la mesa, haciendo un gesto con una mano y sujetando su teléfono móvil con la otra.

El hombre, que consiguió irrumpir en la oficina de la dirigente demócrata, es un hombre de mediana edad, vestido con jeans, campera, borceguíes y una gorra negra que posa para la foto con uno de sus pies sobre un escritorio del despacho, mientras la bandera de los Estados Unidos que supuestamente portaba en la manifestación descansa sobre una mesa cercana.

Pelosi, como la totalidad de los miembros del Congreso, fue evacuada por la seguridad del edificio cuando los manifestantes pro-Trump irrumpieron en el edificio y se enfrentaron con la policía.

La demócrata Nancy Pelosi fue reelegida el pasado domingo como presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU. con el desafío de revivir la economía y aprobar medidas para hacer frente a la pandemia con una estrecha mayoría, que no se había visto en esa cámara en 20 años.

Con 216 votos a favor y 208 en contra, Pelosi se aseguró suficientes votos para mantenerse en el puesto de presidenta de la Cámara de Representantes, para que el que fue elegida en 2019 y que coloca a quien lo ocupa como tercero en la línea de sucesión presidencial, por detrás del vicepresidente.

Pelosi, que también ejerció este cargo entre 2007 y 2011, se mantuvo durante la votación sentada en su escaño en silencio, aunque asentía o sonreía cada vez que algún compañero de bancada votaba por ella a viva voz. Cuando se leyeron los resultados oficiales y Pelosi fue declarada ganadora, la Cámara de Representantes rompió en aplausos. La demócrata, vestida con un traje claro, agradeció la ovación saludando con la mano y chocando su codo con uno de los legisladores.

A pesar de que Pelosi no se enfrentaba a ningún oponente, tenía que superar dos problemas para ser reelegida: la posibilidad de que algunos demócratas rompieran filas y el riesgo de que otros decidieran no viajar a Washington D.C. debido a la pandemia de la covid-19, algo que finalmente no se produjo. Ahora, la tercera autoridad del país ha visto cómo asaltaban su despacho.

Un día para la historia negra de EEUU

Los manifestantes a favor del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, retiraron las vallas que rodean el Capitolio y lograron ingresar en el edificio, en plena sesión de ambas cámaras del Congreso para certificar la victoria del candidato demócrata, Joe Biden, en las elecciones del 3 de noviembre.

Los manifestantes, que llamaron "traidores" a los agentes, atravesaron el perímetro del Capitolio poco después de las 13.00 horas momentos después de que haya comenzado la sesión conjunta del Congreso del país estadounidense para validar los resultados electorales, que Trump se niega a reconocer.

Algunos de ellos se enfrentaron a la Policía, mientras que varios agentes hicieron uso de gas pimienta para intentar dispersar a la multitud. Además, también usaron gas lacrimógeno. Esta situación llevó al cierre del Capitolio, edificio que alberga las dos cámaras del Congreso de Estados Unidos, mientras que la sala de sesiones de la Cámara de Representantes fue evacuada. Asimismo, la Policía del edificio hacía sonar la alarma de emergencia, que se ha acompañado con un mensaje en el que se pedía a las personas que están dentro de las instalaciones que "buscaran refugio" y "permanecieran en silencio" debido a una "amenaza interna".

La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, impuso un toque de queda en la ciudad desde las 18.00 horas (hora local), que estará vigente hasta las 6.00 horas (hora local) del jueves. Por su parte, Trump ha pedido "por favor" apoyo para la Policía del Capitolio y las fuerzas de seguridad estadounidenses. "Realmente están del lado de nuestro país", ha señalado en la citada red social, urgiendo a los manifestantes a mantenerse "en paz" después de decir que los entendía y amaba.

De forma paralela, el presidente autorizaba el despliegue de la Guarida Nacional en Washington, según anunciaba la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, en Twitter. "Reiteramos que el presidente Trump se ha manifestado en contra de la violencia y a favor de permanecer pacíficamente. Una mujer ha resultado fallecida en el asalto.