Italia supera ya a China en número de muertos con coronavirus

  • Con 3.405 fallecidos, Italia ya es el primer país del mundo en número de muertos con coronavirus

  • Alcanza esta cifra de forma más rápida que China y con la mitad de contagiados

Cuando todavía no se ha cumplido un mes desde que estalló la crisis del coronavirus en Italia, el país transalpino ha superado ya a China en número de fallecidos. El último boletín emitido desde Roma revela que en las últimas 24 horas han perdido la vida 427 personas, por lo que la cifra total alcanza ya los 3.405. La noticia se produce coincidiendo con el primer día en el que China no contabilizó ningún nuevo contagio local.

Según la Universidad estadounidense Johns Hopkins, que recoge los datos de todos los países, en la región china de Hubei ha habido hasta el momento 3.130 fallecidos y unos 81.000 infectados en todo el país. Italia, sin embargo, sobrepasa el listón de muertos, con la mitad de contagiados: 41.035, contando quienes ya han perdido la vida y 4.440 pacientes que se han recuperado.

La tasa de mortalidad en Italia es altísima, del 8,2%. Las explicaciones que dan los miembros del comité científico que asesora al Gobierno en esta crisis son: que la población italiana es muy anciana -la edad media es de 46 años, la más alta de la UE-, que el número de contagiados asintomáticos sería mucho más elevado y que no se han podido realizar todavía exámenes precisos para determinar si los decesos se han producido como consecuencia del coronavirus o el Covid-19 ha sido sólo un factor más.

Pero todas estas razones se podrían aplicar también a otros países donde la letalidad no es tan alta. Lo cierto es que Italia tiene un gravísimo problema en la región de Lombardía, donde se concentran dos tercios de las víctimas mortales, con 2.168. Las plazas de las unidades de cuidados intensivos en distintos hospitales están llenas y desde la región no paran de pedir refuerzos humanos y materiales.

“Necesitamos desesperadamente enfermeros y médicos especializados, además de respiradores y dispositivos de protección individual”, clamó desde las redes sociales Stefano Fagiuoli, director del departamento de Medicina general del hospital Giovanni XXIII de Bérgamo, el más afectado por la crisis. Ante la escasez de recursos y la imposibilidad de realizar más pruebas, se están acumulando personas -en su mayoría ancianas- que mueren en sus casas, sin pisar siquiera el hospital, denuncia el alcalde de Bérgamo, Giorgio Gori.

El caso de China

China descubrió el primer caso de una “extraña neumonía” el pasado 31 de diciembre en la ciudad de Wuhan. El 11 de enero informó del primer fallecido y para el 22 de ese mismo mes cerró los aeropuertos y estaciones de tren de Wuhan, con medio millar de infectados. En apenas una semana, para finales de enero, el número de contagios se multiplicó por 20 y los fallecidos ascendían a 170.

Sin embargo, China actuó de forma rápida. Además del cierre de Wuhan, realizó test de forma masiva, envío a esta ciudad más de 40.000 médicos y construyó hospitales en tiempo récord para tratar a estos pacientes. En un reciente informe, la Organización Mundial de la Salud (OMS) felicitó a China por los protocolos que había seguido. En las últimas semanas, el país asiático no sólo ha conseguido frenar radicalmente el avance, sino que está enviando ayuda a Europa, considerada ya por la OMS el epicentro del coronavirus.

El caso de Italia

En Italia la respuesta fue mucho más gradual. El 21 de febrero saltaron los primeros casos en dos focos: uno en la localidad de Codogno, en Lombardía; y otro en Vo’Euganeo, en Véneto. El Gobierno decidió rápidamente confinar una decena de municipios y esperó así contener el virus. De hecho, cuando no había pasado una semana, en Milán, a unos 60 kilómetros de los pueblos lombardos se lanzó una campaña para promover que la actividad siguiera su curso.

Pero el virus llevaba tiempo viajando por Italia y el goteo de casos comenzó a incrementarse a un ritmo de entre un 25% y un 30%. El 1 de marzo, con 34 fallecidos y 1.500 contagiados, el Gobierno adoptó medidas restrictivas en el norte del país. El 4 de este mes cerró los colegios de todo el país. El 8 aisló Lombardía y otras 14 provincias; y al día siguiente extendió la cuarentena al resto del territorio. Cuando Italia echó el cierre, ya contaba con 463 fallecidos y cerca de 8.000 contagiados.

Han pasado 10 días del inicio de esas medidas radicales, un tiempo que los expertos suelen considerar oportuno para empezar a ver algún tipo de resultados, pero las autoridades sanitarias siguen sin saber cuándo se alcanzará el pico. El Gobierno ya ha deslizado que el aislamiento absoluto, previsto en principio hasta el 3 de abril, se prolongará.

¿Un ejemplo para España?

En España las decisiones no se han adoptado de forma tan escalonada, pero han seguido una estela muy similar a la de Italia, si comparamos con el número de casos que se iban registrando en cada momento. Desde Roma estos días trazan un perfil de su primer ministro, Giuseppe Conte, como un maestro para Pedro Sánchez o Emmanuel Macron, anticipando las acciones que luego han tomado España o Francia. Aunque, realmente, en lo único que se ha adelantado Italia en esta crisis es en el tiempo.

Habrá que esperar todavía para comprobar si la estrategia italiana da resultados, si bien la factura está siendo catastrófica. Massimo Galli, director del departamento de Biomedicina del Hospital Sacco de Milán, reconocía a este periódico que si el aislamiento no da el resultado esperado, “Europa está ante un gran problema”. España cuenta ya con 767 fallecidos y 17.147 contagiados. La mortalidad no es tan alta como la italiana, pero la curva de infectados avanza más rápido, por lo que un colapso hospitalario como el que sufre el norte de Italia podría agravar aún más la situación.