La lucha de una pequeña argentina de ocho años: vence al cáncer tras 52 sesiones de quimioterapia

  • Los médicos le diagnosticaron un linfoma no Hodgkin de Burkitt

  • La menor ha narrado a través de las redes sociales todo su proceso

  • Su madre compartió la feliz noticia el pasado 17 de julio

Cientos de estudios, intervenciones, consultas y 52 sesiones de quimioterapia han dado resultado. Una pequeña argentina de ocho años ha conseguido superar uno de los diagnósticos más complejos del cáncer: un linfoma no Hodgkin de Burkitt que avanza muy rápido.

Una odisea que la pequeña y su madre han narrado a través de las redes sociales, desde que conocieron el diagnóstico, hasta las sesiones de oncología. “Teníamos un negocio pero como yo era la que cocinaba y ya no podía hacerlo para acompañar a mi hija durante todo el tratamiento, cerramos. En el hospital nunca tuvimos un gasto y los medicamentos nos llegaron a través de la Fundación Flexer”, ha contado la madre de Delfina, como se llama la mejor.

Fue entonces cuando apareció el oncólogo de la pequeña, Juan José Chaín, que trabaja en el hospital del Niño Jesús de Tucumán. “La primera vez que me internaron pensaba que me iban a tratar mal, yo no les contestaba nada, pero después me acostumbré a los doctores, a las inyecciones. Ya no lloro cuando me sacan sangre”, contaba la pequeña en sus vídeos de Facebook.

Un lugar en el que el pasado 19 de julio la madre de la pequeña compartía la mejor de las noticias: Delfina estaba curada. La mujer subió una imagen en el que la niña aparecía con un cartel que ponía que había vencido al cáncer.

“¡No tuve la oportunidad de hacer un cartel como ella quería! En medio de la felicidad y no saber cómo reaccionar y siento que estoy en una nube”. Y siguió: “Quiero agradecer a todos sus doctores. Al doctor Chaín, que seguimos su protocolo al pie de la letra. Un genio. Nuestro héroe. La doctora Allori, que estuvo desde un principio con nosotras y siempre pendientes. Los cirujanos, la doctora Fernández, las enfermeras, todo el equipo médico del hospital de niños. Y a ustedes, que rezaron cada día por mi hija, les debo mi vida entera”.

También le dedicó unas bonitas palabras a su hija: “Mi hija, mi hermosa, dulce y valiente Delfi, ¡bombón! Ella se lleva todo el crédito. ¡Una fortaleza como nadie! Gracias, gracias y más gracias. No tengo más palabras, no sé ni qué decirles. ¡Muchas gracias a todos!”.

Sin embargo, tal y como explicó, la pequeña todavía no va a dejar de ir al hospital: “Esto no quiere decir que Delfina no tenga que regresar más al hospital. Todo es muy reciente y sus controles seguirán cada mes como hasta ahora. Su dieta sigue igual, los cuidados son los mismos, todo tal cual como hasta ahora, sólo que sin quimio”.

Y concluyó: “Seguiremos rezando y pidiendo a Dios por Delfina, somos conscientes de que existe una posibilidad de que la enfermedad vuelva y sería lo peor que nos puede pasar. Así que quiero pedirles que siempre tengan a Delfina en sus oraciones para que realmente este cáncer nos deje en paz. Muchísimas gracias a todos, de corazón. Y les mandamos un millón de besos”.