La masacre en el Instituto Columbine desató el terror en las escuelas de todo el mundo

INFORMATIVOS TELECINCO/AGENCIAS 11/03/2009 12:32

Los estudiantes Eric Harris y Dylan Klebold llegaron a su instituto aquel 20 de abril de 1999 y descargaron 99 proyectiles sobre doce de sus compañeros y un profesor. "Espero poder matar a más de 250 de vosotros... Será el momento más excitante de mi vida, después de que coloquemos las bombas y entremos disparando en la escuela. Los segundos parecerán horas", decía Klebold en uno de los vídeos que grabaron media hora antes de protagonizar la matanza.

Los asesinos entraron como cada mañana a su instituto, pero esta vez en vez de libros y cuadernos llevaban pistolas, bombas y granadas escondidas en sus impermeables. En sólo 16 minutos cumplieron su macabro plan.

Los investigadores en un primer momento pensaron que Eric Harris y Dylan Klebold eran dos adolescentes que sufrían depresión, pero ambos tenían un plan de muerte demasiado minucioso.

No había pasión o impulso como suelen ser las venganzas. Los asesinos llevaban un año organizando la matanza, recopilando armas y armando explosivos.

En Internet y en sus diarios personales desataban su odio contra la sociedad, como prueba de ello los cinco vídeos que grabaron media hora antes de la tragedia, donde se jactaban de lo que estaban por hacer.

El dúo criminal planeaba dinamitar la cafetería donde se reunían muchos estudiantes, meterían los explosivos en los bolsos y los harían detonar con temporizadores.

Los sobrevivientes tratarían de huir, pero afuera del edificio estarían -como en las películas- Eric y Dylan esperando para disparar sobre los que huían aterrorizados. La estrategia era perfecta. En el aparcamiento colocaron varias bombas bajo los coches para hacerlas explotar cuando llegaran los servicios de Emergencia.

Los jóvenes demostraron una minuciosa capacidad organizativa: En un campo cercano a Columbine plantaron otras bombas para distraer a la Policía. La fortuna hizo que los artefactos de la cafetería no explotaran. De haberlo hecho, más de 600 estudiantes habrían muerto.

Los Policías reconstruyeron la masacre gracias a las cámaras de circuito cerrado de la escuela para descubrir que Eric y Dylan llegaron a la escuela a las 11:10 de aquella mañana y a las 11 y 23 comenzaron a disparar sus pistolas y armas semi-automáticascontra sus compañeros.

Después de desatar el terror vagaron durante 40 minutos por toda la escuela buscando dianas humanas para terminar a las 12.06 suicidándose en la biblioteca. Diez años han pasado desde lo ocurrido, expertos, psicólogos, juristas, policías han debatido durante toda esta década.

Han culpado a internet, a la violencia de los videojuegos, a la música de Marilyn Manson, a la facilidad con que se puede conseguir un arma. La discusión y el debate siguen interminables a la busca de una explicación plausible al horror; sin embargo, no se ha podido evitar que tragedias similares vuelvan a repetirse.ZA