Los países con mejores respuestas ante el coronavirus, un año después

  • Islandia es el país europeo con menos infecciones

  • Test masivos, rastreo y aislamiento, los pilares claves para frenar el virus

  • La actuación temprana de los países condicionó la evolución de la pandemia

Hace un año, en marzo de 2020, la mayoría de países comenzaban a registrar cada vez más y más casos de coronavirus, del que por el momento poco se sabía. Wuhan, en China, era el epicentro del mayor brote, pero el virus se fue extendiendo al resto del mundo a pasos agigantados.

La respuesta de los países ante esta alerta sanitaria ha marcado mucho el camino que luego han seguido en la evolución del virus. La revista TIME ha querido analizar cómo esos países pioneros en medidas frente al covid y con las mejores respuestas globales a la pandemia han avanzado hasta la actualidad.

Taiwan

La respuesta de Taiwán ante los primeros casos de coronavirus fue muy rápida, quizás por la cercanía con China y el medio a que les ocurriera lo mismo que a ellos. Así, el país se blindó e impuso un monitoreo a la población y un rastreamiento de casos muy fuerte, que ha conseguido que hasta febrero de 2021 solo se hayan registrado 9 muertes, dos más que las que había en junio del pasado año. Además, los casos también se han mantenido a raya, con 940 en total desde que comenzó la pandemia.

Uno de los problemas de este país es que, de cara al futuro, la población no tiene ese sentimiento de necesidad de una vacuna, ya que la situación siempre ha estado controlada en su país. Una falta de concienciación que puede ser peligrosa, pues la vacunación sigue siendo necesaria para acabar con la pandemia.

Singapur

El país registraba el pasado junio 38.965 casos y 25 muertes. Ahora, tras un año con la pandemia, los casos se elevan a 59.832 casos y las muertes a 29. Para limitar de esa manera el número de fallecidos han recurrido a un férreo control estricto de la población. Su estrategia fue el rastreo de contactos masivos y las pruebas generalizadas a la población.

Ahora, Singapur es la envidia de muchos países. Ha conseguido que sus estudiantes vuelvan a estudiar a las universidades gracias a sus medidas de contención y de prevención. Con una aplicación, los universitarios registran varias veces al día su temperatura, y además, las cafeterías tienen los aforos limitados.

Corea del Sur

Corea del Sur, al contrario que estos dos primeros países, sí ha tenido que lidiar con fuertes brotes de coronavirus que han puesto contra las cuerdas a las autoridades. Pero por esa buena gestión de los brotes se ha convertido también en un ejemplo.

En el caso de este país, a la buena organización, con un fuerte rastreo de casos y estrictas cuarentenas, se suma la buena respuesta de la población, que mayoritariamente cumplen las normas a rajatabla.

Uno de los fallos que se puede destacar de Corea del Sur fue su apuesta por medicamentos de anticuerpos monoclonales en vez de por vacunas en un principio. Los resultados iniciales de estos tratamientos no han convencido, y el pasado 26 de febrero se comenzó con la campaña de vacunación, cuando el país suma 88.922 casos y 1.585 muertes.

Nueva Zelanda

Nueva Zelanda, cuya gestión frente a la pandemia ha sido considerada como la mejor del mundo, acumula desde que comenzó la pandemia un total de 2.372 contagios de covid-19, que incluyen 356 casos catalogados como probables, y 26 fallecidos.

Para logarlo, no han dejado que los casos se propagaran con un control exhaustivo. Cuando se detectaban, por pocos que fueran, se tomaban medidas radicales de aislamiento, confinamiento y cuarentena.

Australia

Australia aplicó progresivamente desde finales de marzo medidas más moderadas que Nueva Zelanda pero también muy estrictas y que seguían la misma estrategia: detección rápida, rastreos exhaustivos y confinamientos estrictos.

Cuando se detectaba un brote, se cerraban zonas enteras perimetralmente, y se prohibía viajar a sus habitantes. Sin excepciones. Un brote de varias decenas de casos fue suficiente excusa para confinar a más de 250.000 habitantes en Sidney y los gobiernos regionales podían prohibir la entrada a habitantes de las regiones en las que se había detectado dicho brote.

En junio de 2020 registraban 7.276 casos y 102 muertes, y este febrero, seis meses después, suma 28.912 casos y 909 muertes.

Islandia

En la perspectiva europea, Islandia es de lejos el país con menor número de infecciones de todos los países en el Espacio Económico Europeo incluso si se calcula en proporción a su pequeña población.

Test masivos, rastreo y aislamiento han permitido contener la COVID-19 en el país nórdico. En mayo era el país que había realizado en proporción más pruebas de la COVID-19 (13,4 % de la población del país, con unos 360.000 habitantes). Empezó a hacerlo a principios de febrero, casi un mes antes de detectar el primer positivo en el país.

Junto al elevado número de test, los otros dos pilares de la estrategia islandesa han sido el rastreo de contactos de los infectados y el aislamiento de los enfermos y sospechosos de portar el virus, lo que ha contenido el contagio en la sociedad.

Los pacientes reciben llamadas telefónicas casi cada día y pueden anotar sus síntomas a través de una aplicación, lo que ha permitido una monitorización estrecha de los casos.