El oligarca ruso Roman Abramovich y varios negociadores de Ucrania sufren síntomas de envenenamiento

El oligarca ruso Roman Abramovich, ex dueño del Chelsea FC, y varios miembros del equipo ucraniano que negocia con Rusia han sufrido síntomas de un posible envenenamiento tras una reunión en Kiev celebrada a principios de marzo, según fuentes que cita The Wall Street Journal.

Ojos enrojecidos, lágrimas constantes, descamación de la piel en rostro y manos… Son algunos de los síntomas que han sufrido tanto Abramovich como la menos dos miembros de la delegación ucraniana, si bien sus vidas, al parecer, no corren peligro.

El oligarca ruso y varios negociadores de Ucrania desarrollaron síntomas que achacaron a los partidarios de la línea dura en Moscú que, según ellos, quieren sabotear las conversaciones para poner fin a la guerra.

Asimismo, 'Bellingcat', publicación especializada en seguridad y asuntos inteligencia, ha informado de que al menos tres miembros de la delegación que asistía a las conversaciones de paz entre Ucrania y Rusia en la noche del 3 al 4 de marzo de 2022 experimentaron síntomas compatibles con el envenenamiento con un agente químico, biológico o incluso un ataque con radiación electromagnética.

La semana está marcada por la cuarta jornada de negociaciones, de nuevo en Turquía para este martes. La reunión será presencial y durará, según lo previsto, varios días. Zelenski condiciona su renuncia a entrar en la OTAN y tener un estatuto neutral, y no nuclear, a que Rusia retire sus tropas. "Este es el punto más importante y estamos dispuestos a aceptarlo y someterlo a un referéndum", ha dicho en declaraciones a medios rusos. Mientras, la guerra le ha costado hasta ahora al país invadido 564.900 millones de dólares en pérdidas.

El envenenamiento, una respuesta contra los disidentes

No es la primera vez que el envenenamiento persigue a los disidentes, o a los elementos molestos para el Kremlin. Uno de los casos más sonados fue el del exespía Alexander Litvinenko, que fue envenenado con polonio a través de un té contaminado que tomó en un céntrico hotel de Londres. Su familia sostiene que Moscú está detrás de la muerte de Litvinenko, aunque evidentemente el Kremlin siempre ha negado su implicación. Hasta su fallecimiento fue un sonado crítico de la deriva de Putin y de los servicios secretos rusos.

Pero quizás el más sonado es el de Alexei Navalny. Ha sido el principal opositor a Valdímir Putin, quie se encuentra en prisión, de donde no saldrá al menos en la próxima década al estar acusado por el Kremlin de numerosos delitos y en estas últimas fechas vuelto a condenar. En 2020 fue envenenado con Novichok y tuvo que ser ingresado de urgencia primero en Rusia y después en Alemania, donde fue evacuado porque se temía por su vida. Estuvo varias semanas en estado grave y los investigadores creen que el Gobierno ruso está implicado directa o indirectamente en el caso. Navalny ya había sido atacado en 2017 con otro agente nervioso. De todas formas volvió a Rusia, donde está ahora mismo preso. Es ahora mismo el disidente con más seguidores, pero el Kremlin lo ha neutralizado sin acabar con su vida.