Los sectores beneficiados de la crisis en EEUU: del tren a la educación online

  • Los sectores que más se beneficiarán de la crisis son los digitales, banca, ferrocarril, enseñanza online y venta online

¿Es posible que salga algo bueno de esta situación cuando la economía mundial se ha parado de golpe, con un número de desempleados creciente y sin una vacuna aún para combatir el coronavirus? Pues parece ser que sí porque aunque la incertidumbre se mantiene esta crisis no va a afectar a todos por igual, al menos en Estados Unidos.

A estas alturas de la pandemia ya es un secreto a voces que las líneas aéreas, el turismo exterior, los transportes, la hostelería y los servicios públicos y comerciales son los sectores que, en términos absolutos, han sufrido las mayores caídas de empleo en el país norteamericano. El motivo: son los que requieren un mayor contacto físico, que es justo lo que se busca con el confinamiento para intentar evitar la propagación del virus.

Por este motivo Mississipi, Nueva York y West Virginia, que son estados con ocupaciones que requieren de un mayor contacto, son los más afectados mientras que Virginia, Colorado y Utah, con menos del 20% de sus trabajadores en tales ocupaciones, pueden llegar a tener un número de contagios menor. Al menos eso es lo que desvela un informe de la Reserva Federal de Dallas sobre las posibilidades del teletrabajo durante esta crisis, que advierte además de que el impacto dependerá de la flexibilidad de los sectores laborales para adaptarse a un entorno social alternativo como es la realización del trabajo de forma remota.

El caso del sector sanitario es paradigmático porque se supone que es el que mayores recursos de dinero y personal está recibiendo. Sin embargo, eso es algo que está ocurriendo solo en los hospitales mientras que el resto de la industria del cuidado de la salud está sufriendo una debacle histórica. Proveedores de atención médica, dentistas y trabajadores de instalaciones médicas, como clínicas pequeñas, son algunos de los profesionales especialmente afectados por la crisis.

El sector de la salud, cuyo gasto en atención médica ha disminuido un 18% en los tres primeros meses del año según el Departamento de Comercio, no solo es imprescindible para salvar vidas sino que es fundamental para la economía estadounidense, ya que supone casi un 19% del gasto total de la misma. Sin embargo, el temor al contagio en las instalaciones sanitarias y el precio de los cuidados médicos alejan al ciudadano medio de cualquier otra opción.

Sectores que saldrán reforzados

No obstante, no todo son malas noticias. El comercio minorista y mayorista de alimentos, la investigación médica relativa a todo lo relacionado con esta enfermedad, la industria tecnológica (que se ha beneficiado de una subida del 3% en su índice Nasdaq) con internet, la robótica y la inteligencia artificial a la cabeza, están experimentando un auge.

A pesar de la incertidumbre de la actual situación, también se prevé un aumento de todas aquellas profesiones que puedan hacerse en remoto y que ya suponen el 37% de los empleos y el 46% de los salarios. En este sentido, los trabajadores con títulos universitarios y aquellos que ganan 60.000 dólares o más, al año, tienen a su vez más opciones para hacer teletrabajo, por lo que serían la banda más favorecida en este espectro.

Otra posibilidad son los proyectos que, debido a la mala situación de otros sectores, repunten por necesidad de una alternativa. Como señala el economista y ex investigador del Petterson Institute Ángel Ubide, “es cierto que las líneas aéreas estadounidenses se van a cargar con los préstamos que están recibiendo, y que a eso se le suma la caída de ingresos, lo cual las pone en una situación complicada pero ello puede favorecer la apuesta por viejos proyectos como el tren de alta velocidad, que probablemente vea un desarrollo nunca antes experimentado en este país”.

  • Sobre la banca, que está intermediando en las líneas de crédito, algunas de ellos de dudosa rentabilidad, Ángel cree que “habrá que esperar a ver cómo evoluciona en esta época que se avecina de bajos tipos de interés”. De hecho, añade, “hasta la primavera de 2021, momento en el que se espera que ya haya vacuna para combatir la pandemia, no sabremos si las políticas económicas que se han adoptado funcionarán”.
  • Enseñanza online y compras en internet: Lo que sí ve claro, dice, es que “los shocks amplifican las tendencias que ya existen con anterioridad y en ese sentido hay sectores como la enseñanza online o la adaptación de las empresas al teletrabajo que han llegado para quedarse. De la misma manera que el retail o sector de la venta de ropa acabará por reconvertirse a la venta online para el gran público, al mismo tiempo que sólo mantendrá unas cuantas tiendas icónicas en calles representativas de las grandes ciudades”.

Ubide apela al optimismo porque, “aunque esta situación no tiene comparación histórica con ninguna otra y no hay pautas de referencia anteriores para prever la evolución de la misma, sí hay elementos de juicio que nos permiten pensar que todo va a ir a mejor”. Y añade que “estamos asistiendo al mayor avance de la humanidad en la búsqueda común de una vacuna. Sólo queda saber cuánto vamos a tardar en recuperarnos económicamente”.

Para ello será importante alcanzar lo antes posible el PIB existente con anterioridad a la llegada de la pandemia porque “aunque en Estados Unidos las políticas sociales son más débiles que en Europa, todos los modelos son buenos si se aplican bien. En estos casos de incertidumbre no hay alternativas socialistas o capitalistas, buenas o malas, solo nos sirven aquellas que se desarrollan bien”.