¿Qué tres países de Europa han cortado el gas de Rusia por la guerra de Ucrania?

La dependencia energética europea de Rusia es innegable. Sin embargo, hay tres países en Europa que han cortado el grifo del gas con Rusia desde que comenzó el mes de abril. Precisamente, el Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, ha subrayado que todavía no se ha llegado a ningún acuerdo sobre qué hacer con la energía y con las importaciones de gas, petróleo y también de carbón procedentes de Rusia.

¿Cuáles son los países que ya no compan gas a Rusia?

Estonia, Letonia y Lituania no importan gas de Rusia desde el 1 de abril. El 40% del gas que consume Europa procede de Rusia. Para el Viejo Continente dejar de comprar gas a Moscú es un verdadero problema.

Sin embargo, desde que Rusia anunció que deberían pagarle el gas el rublo, consecuencia de su crisis financiera provocada por las sanciones económicas de occidente, las tres repúblicas bálticas dieron el paso y dejaron de importar.

El ministro de Energía lituano, Dainius Kreivys, proclamó que Lituania se había convertido en el primer país europeo en detener las importaciones de gas ruso como consecuencia de la guerra de Ucrania e invitó al resto de Europa a hacer lo mismo.

Por su parte el presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, dijo a Europa que “si nosotros podemos hacerlo, el resto de Europa también puede hacerlo. Hace años mi país tomó decisiones que hoy nos permiten romper sin dolor los lazos energéticos con el agresor”.

Alemania es uno de los países más reticentes a cortar el suministro de gas que Rusia pero la masacre de Bucha ha hecho que no descarte esa opción, junto con otros países como Francia.

La alternativa de Europa al gas de Rusia

Lo cierto es que desde que comenzó la guerra de Ucrania, la Unión Europea se plantea alternativas energéticas. Bruselas planea recortar en dos tercios las importaciones de gas ruso este año y reducir gradualmente su dependencia para el año 2030.

Paralelamente Europa busca energías alternativas. Alemania está estudiando la posibilidad de prolongar la vida útil de tres centrales nucleares, que iba a cerrar este año.