El papa pide a Irán y EEUU que mantengan "el diálogo y el autocontrol”

  • Francisco incide en la vía diplomática para rebajar la tensión tras el asesinato del general Qasem Soleimani

  • El cambio climático, Venezuela, Libia o la inmigración, también presentes en el discurso del papa a los embajadores en el Vaticano

Ante la tensión de los últimos días entre Irán y Estados Unidos, provocada tras el asesinato del general iraní Qasem Soleimani, el papa ha pedido a ambos países que “eviten el aumento de la confrontación y mantengan encendida la llama del diálogo y del autocontrol, en el pleno respeto de la legalidad internacional”. Según Francisco, la espiral de violencia que podría desatarse ofrece “señales preocupantes” y amenaza con “crear las bases de un conflicto a mayor escala que todos desearíamos poder evitar”.

El discurso del papa incide en lo ya dicho en el primer mensaje del Ángelus de este año, poco después del ataque estadounidense con un dron que acabó con la vida de Soleimani. Siguiendo con su habitual retórica, el pontífice reclamó resolver el conflicto a través de la vía diplomática.

El mensaje de Francisco de este jueves, que no hizo ninguna mención explícita a la última comparecencia de Donald Trump en la que parecía rebajar la tensión, se produjo durante la tradicional audiencia que ofrece el papa a los embajadores de los distintos países acreditados ante la Santa Sede. En él suele hacer un repaso por la actualidad internacional, reseñando los temas que más preocupan en el Vaticano.

Cambio climático

El cambio climático es uno de los temas globales más presentes durante el pontificado. El papa ha llamado la atención a los líderes políticos en multitud de ocasiones y ahora recoge el guante lanzado por la juventud para incidir en ese llamamiento. “Los jóvenes nos dicen que existe un desafío urgente, a todos los niveles, de proteger nuestra casa común y unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral”, asegura Bergoglio.

Sin embargo, según él, “lamentablemente, la urgencia de esta conversión ecológica parece no ser acogida por la política internacional, cuya respuesta a las problemáticas planteadas por cuestiones globales, como la del cambio climático, es todavía muy débil y fuente de gran preocupación”. Francisco organizó el año pasado un sínodo de obispos para hablar los problemas climáticos en la Amazonia, ha escrito una encíclica sobre el clima, se ha visto con la joven activista Greta Thunberg y ahora señala la COP25 de Madrid como una llamada de atención.

Venezuela y América Latina

Venezuela y América Latina son otros de los temas calientes para el papa argentino, que en el pasado ha intentado sin éxito mediar entre las partes. Sus declaraciones han sido criticadas a menudo por la oposición al Gobierno de Nicolás Maduro, que califica la postura del pontífice demasiado equidistante. Siguiendo en esta línea, el papa reclama que en Venezuela “continúe presente el compromiso de la búsqueda de soluciones”.

Según sus palabras, el problema tanto de este país como del resto del continente viene generado por “tensiones e insólitas formas de violencia que empeoran los conflictos sociales y generan graves consecuencias socioeconómicas y humanitarias”. “Las polarizaciones, cada vez más fuertes, no ayudan a resolver los auténticos y urgentes problemas de los ciudadanos, sobre todo de los más pobres y vulnerables”, añade. En esta ocasión no ha querido citar explícitamente a otros países, como ha hecho en otras ocasiones, sino que ha mencionado sólo a Venezuela.

Inmigración y otros conflictos

Sí que ha recordado otras naciones presentes habitualmente en su discurso, como Siria, Yemen, Ucrania o la República Democrática del Congo. Aunque, volviendo a la actualidad, otro de los focos fundamentales en estos momentos es Libia, donde se han recrudecido los combates entre los bandos que aspiran a controlar todo el país. Este contexto es, según el papa, “terreno fértil para el flagelo de la explotación y del tráfico de seres humanos”.

Y así Francisco insiste en otro de los ejes fundamentales de su ideario político: la protección de los migrantes y refugiados. El pontífice recuerda que “el Mediterráneo sigue siendo un gran cementerio” y pide que los Estados colaboren en la reubicación de los recién llegados y les garanticen “un lugar seguro donde vivir”.

Valores europeos y multilateralismo

Francisco también ha llamado la atención en numerosas ocasiones sobre mandatarios europeos que apuestan por cerrar sus fronteras y transmiten mensajes xenófobos. Sin embargo, su compromiso con los valores sobre los que se fundó la UE también ha estado siempre presente. El papa pide “que Europa no pierda el sentido de solidaridad que desde hace siglos la ha caracterizado, incluso en los momentos más difíciles de su historia. Que no pierda aquel espíritu que hunde sus raíces, entre otros, en la pietas romana y en la caritas cristiana”.

Menciona como símbolo de unidad el dolor ante el incendio del año pasado en la catedral parisina de Notre Dame y el 30 aniversario de la caída del Muro de Berlín. Además, reclama mayor protagonismo del sistema multilateral, que representa el modelo de las Naciones Unidas, y la erradicación de las armas nucleares. Este año se celebrará en Nueva York la X Conferencia de las Partes encargada del Examen del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares.

Abusos sexuales

En cuanto a los asuntos internos de la Iglesia, también incide en los abusos sexuales cometidos sobre menores por miembros del clero. El papa ha vuelto a señalar su vergüenza, aunque resalta la conferencia celebrada en el Vaticano el pasado año como un primer paso para acabar con ellos.

En este sentido, también ha anunciado para el próximo mayo la celebración de una cumbre mundial en el Vaticano sobre educación. No estará centrada en la pederastia, pero sí en un mayor entendimiento entre jóvenes y adultos, que el pontífice suele destacar como fundamental para evitar abusos por parte de quienes ejercen poder sobre los menores.