Juan David Ortiz parecía tener una vida ejemplar: un veterano de la Marina que ahora ejercía como oficial de supervisión en la ciudad fronteriza de Laredo. Pero no es oro todo lo que reluce, ya que Ortiz ha sido acusado de cuatro asesinatos.
En una ciudad, tal y como explica The New York Times, en donde los agentes de verde (la Patrulla Fronteriza) son respetados y temidos, Ortiz ha sido acusado de disparar y matar a cuatro personas en una matanza que ha tenido lugar en 12 días. Además arrojó sus cuerpos sin vida a las cunetas de las carreteras.
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Existe un denominador común en las víctimas, algo que abunda en la zona: eran personas que tenían adición a las drogas y al alcohol, con un alto historial delictivo y, la mayoría, sin contacto con su familia. Es decir, podrían ser víctimas de las que nadie reclamaría si no se tienen noticias de ellos.
Una de esas víctimas es Claudine Anne Luare, quien una vida llena de tormentos y adicciones le hizo perder la custodia de sus cinco hijos. Laure sobrevivía sin un domicilio fijo y prostituyéndose para conseguir dinero en un intento de calmar si necesidad de consumir heroína. Días antes de ser asesinada habló por última vez con su hijo autista de 17 años, quien permanece a cargo de la hermana de la víctima, Colette Mireles.
“Pensamos que a lo mejor se aprovechaba de ellos, recogiéndolos con frecuencia y pensando que nadie iba a echarlos de menos si desaparecían”, relata Mireles sobre porqué Ortiz elegía ese perfil de víctimas. “Ella no merecía morir así, era querida por su familia y sus amigos. Ella era alguien. Nunca será olvidada”.
El primer cuerpo sin vida, hallado el 3 de septiembre, correspondía a Melissa Ramíres, una joven de 29 años que fue encontrada cerca de la autopista 255. 10 días más tarde, y a sólo dos millas de distancia, apareció el cadáver de Luera. La tercera, una mujer transgénero identificada como Humberto Ortiz, apareció un día después, el 14 de septiembre, unas millas al norte, también el Interestatal 35. Mientras, la última apareció al día siguiente, aunque de esa víctima no ha transcendido el nombre.
Detenido tras intentar matar una quinta vez
Ortiz pudo ser detenido porque su quinto intento de asesinato no salió como él planeaba. La que iba a ser su nueva víctima comprobó que llevaba un arma y salió corriendo hasta un oficial, al que alertó de lo que el ex marine pretendía hacer con ella. Eso ató cabos y llegó a la conclusión de que estaban ante el asesino de las cuatro mujeres.
Tras una pequeña persecución, Ortiz fue detenido, no sin antes intentar hacer el denominado ‘suicidio por medio de la policía’. Esa táctica consiste en intentar que un policía te mate haciendo creer que eres un peligro para su vida. En este caso, Ortiz intentó hacer creer que su teléfono móvil era un arma. Pero los policías desplazados a la gasolinera en la que fue detenido no dispararon y pudo ser arrestado. Ahora Ortiz se enfrentará a los cuatro cargos de asesinato, por lo que podría llegar a ser condenado a muerte.