La policía marroquí detiene, durante cuatro horas, a la familia del periodista saharaui encarcelado Haddi

  • Haddi es un periodista saharaui que lleva once años encarcelado en Marruecos

  • Lleva 50 días en huelga de hambre para que se revise su expediente judicial

  • La familia ha viajado a Tiflet para intentar verle y saber cómo está

La familia del periodista saharaui encarcelado Haddi hoy por la policía marroquí, según confirman fuentes de Equipe Media. Manina y dos de sus hijos habían viajado desde El Aaiún, donde residen, hasta Tiflet, en Marruecos, para intentar ver a Lamin Haddi o, al menos, tener alguna noticia cierta sobre él. Iniciaron el viaje el lunes y, tras recorrer, más de 1.200 kilómetros no sólo no han podido visitarle, sino que han acabado detenidos.

Tras cuatro horas en comisaría, durante las que les han amenazado y formateado los teléfonos móviles, les han soltado. La familia ha decidido seguir en Marruecos hasta conseguir ver a su hijo y hermano, ya que temen por su vida porque Haddi cumple hoy 50 días en huelga de hambre.

Lamin Haddi fue detenido en 2010, en la represión que siguió al desmantelamiento del "Campamento de la Dignidad", en el que 20.000 saharauis acamparon durante un mes en el Sáhara Occidental ocupado por Marruecos. En el momento de su detención estaba haciendo de guía de dos médicas belgas que habían acudido a atender a los heridos saharauis. Antes de ser juzgado estuvo tres años detenido y encarcelado. Después, un tribunal militar lo condenó a 25 años de cárcel. Organizaciones de Derechos Humanos denuncian que es habitual que las confesiones se consigan bajo torturas.

De aquel campamento quedan aún 18 saharauis encarcelados. Activistas o periodistas que piden que se cumpla la legalidad internacional y se celebre el referéndum de autodeterminación como marca Naciones Unidas. En total, son 40 los saharauis encarcelados en Marruecos. Lejos de sus familias y en condiciones infrahumanas.

La represión marroquí a la población civil saharaui en la zona ocupada se ha recrudecido desde que el Frente Polisario declarara, en noviembre, el "estado de guerra" tras romper Marruecos el alto el fuego con una intervención militar para disolver una protesta pacífica de población civil saharaui en Guerguerat, una zona del Sáhara Occidental desmilitarizada.

Otro ejemplo es la "prisión" domiciliaria que sufre la activista saharaui Sultana Haya y su familia en Bojador. Con agresiones de la policía marroquí, que tiene tomado el barrio, cortes de luz y hostigaciones constantes.

El Grupo de Apoyo de Ginebra para la Promoción y Protección de los derechos humanos en el Sáhara Occidental ha publicado una carta abierta al presidente del Gobierno. En ella, le pide a Pedro Sánchez que asuma su responsabilidad como "potencia administradora del Territorio no Autónomo del Sáhara Occidental ". Y asegura que España "no puede seguir siendo rehén del reiterado chantaje del Reino de Marruecos en materia de flujos migratorios, narcotráfico y lucha antiterrorista".