La primera ministra de Nueva Zelanda se convierte en un símbolo contra la islamofobia

Miguel Hidalgo Pérez 19/03/2019 13:47

Ardern se debe al pueblo que la eligió en las urnas. Su entereza y determinación no han pasado desapercibidas para nadie. Una vez se produjo el atentado neonazi que dejó 50 muertos y 50 heridos, procedió a lanzar un mensaje integrador a la comunidad musulmana. Además, cumplió aquello de convertir las palabras en acciones y visitó las mezquitas que Brendon Tarrant atacó.

En tal delicado momento, la mandataria quiso mostrar su dolor y respeto por la comunidad musulmana ataviándose con un hiyab. A lo largo de su visita trató de consolar a varios familiares de víctimas, a las que rodeó con sus brazos consternada. Dicho ademán no solo ha servido para intentar aliviar, sino que ya es todo un símbolo de lucha contra la islamofobia.

"Puede que nos hayas elegido. Pero te rechazamos y condenamos por completo", clamó contra un terrorista del que no quiere pronunciar su nombre para no darle protagonismo. Por su parte prefiere que se hable "de aquellos que perdimos en lugar de aquel que acabó con sus vidas", todo un decálogo de cómo enterrar la ira.

"Ellos son nosotros", esa es la frase que ha repetido Ardern como un martillo para referirse a las víctimas de la matanza. Tres palabras que construyen una identidad colectiva en torno a los valores y no al origen o religión de una persona. Eso sí, aquellos, emponzoñados por el extremismo que acabó con 50 muertos, "no tienen lugar en Nueva Zelanda".

Contra lo establecido

De la misma manera, la mandataria neozelandesa es también un icono feminista. Hace dos años, en 2017, se convirtió en la segunda persona más joven en alcanzar el cargo de primera ministra, por detrás de exprimer ministra de Paquistán Benazir Bhutto. Pero es que además fue la segunda mujer en ser elegida como jefa de un ejecutivo estando embarazada y dar a luz en pleno mandato, también por detrás de Bhutto.

Por aquel entonces, Ardern, como primera ministra, predicó con la palabra de apoyar los servicios públicos al dar a luz a su hija en el Hospital de Auckland, el mayor centro sanitario público de Nueva Zelanda.

Por todo lo que es y, más importante aun, por lo que representa ya se ha creado la etiqueta #Jacindamania, para expresar el incondicional apoyo que otorgan los usuarios de redes sociales desde estas ágoras virtuales. Algo que se ha visto acrecentado por su postura con Donald Trump, quien le llamó por teléfono, según Stuff, para preguntarla cómo podían ayudarles. "Empatía y amor por todas las comunidades musulmanas", le espetó al presidente de Estados Unidos, quien en el pasado expresó que el Islam odia al país norteamericano.

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