Ola de protestas en Alemania por el coronavirus: las teorías conspirativas disparan la tensión

  • Cientos de alemanes se han manifestado en ciudades como Stuttgart, Berlín, Múnich o Manheim

Alemania vive días convulsos. Las teorías de la conspiración del coronavirus sobre chips de control mental, el presunto 'oscurantismo' de Bill Gates y el uso de mascarillas, están provocando numerosas protestas en varias ciudades del país. La tensión crece a medida que el Gobierno alemán impone límites a las libertades, pese a no tener uno de los confinamientos más duros de europa, como España.

La opinión de varias personas influyentes en el país han alimentado aun más estas teorías. El popular cocinero y autor estrella vegano, Attila Hildmann, de 39 años calificó al coronavirus como un truco del gobierno para plantar chips de control mental en los habitantes con el pretexto de las vacunas. Además, llamó mentiroso al virólogo Christian Drosten y comentó que tiene información secreta sobre los planes del gobierno. "Usar mascarillas -en Alemania- es un símbolo de una nueva forma de esclavitud. Están utilizando el virus para vacunarnos e insertar chips", aseguró hace varias semanas. Fue detenido el pasado fin de semana en una protesta no autorizada, según Bild.

La estrella del pop, Xavier Naidoo, también se mostró escéptico ante el coronavirus. "Todos deberían ser conscientes de que no queremos que nos engañen más, exijo ver pruebas. Tenemos que actuar como si hubiera una pandemia letal por ahí. Tráed alguna maldita evidencia de que esto es real", comentó en un vídeo. También los líderes católicos en Alemania, liderados por Gerhard Ludwig Müller, criticaron las medidas de cierre del gobierno, calificándolas de "desproporcionadas e injustificadas" y comentaron que "la imposición de estas medidas liberales es un preludio inquietante para un gobierno mundial más allá de todo control".

La tensión aumenta en las calles

Alemania vivió numerosas manifestaciones el pasado fin de semana. Miles de alemanes protestaron junto a grupos de extrema derecha y teóricos de la conspiración en varias ciudades. Se pudieron ver carteles en contra de Angela Merkel, Bill Gates o Christian Drosten, que ha recibido amenazas de muerte por aconsejar mantener cerrado el país.

Numerosos manifestantes gritaron Freiheit, libertad, en un mitin de 10 000 personas en Stuttgart. Más de 3 000 personas participaron en otra protesta en Múnich, donde se podían ver carteles que decían "mascarilla, cerebro apagado" y "traidores, no líderes". También hubo grandes aglomeraciones en otras ciudades como Berlín, donde tuvo lugar una manifestación de 1 200 personas y Manheim, donde varios agentes de la Policía fueron heridos por el lanzamiento de petardos. También hubo otras protestas en Colonia, con 500 participantes y Dotmund, con 150.

Los protestantes se centran en el cierre a causa del coronavirus, que ha paralizado las economías de todo el mundo. A pesar de que las reuniones y aglomeraciones están prohibidas, las protestas se suceden y siguen en aumento.

"Cualquiera que difunda estas teorías solo quiere causar división"

La portavoz de la canciller Angela Merkel, Steffen Seibert, arremetió contra los escépticos que ganan adeptos en Alemania aunque señaló que las manifestaciones pacíficas son bienvenidas durante estos tiempos para conocer las diferentes opiniones de las personas (sin violencia y sin ideas de difícil comprensión). "Cualquiera que difunda estas teorías de conspiración inventadas solo quiere causar división en Alemania y enfrentar a las personas entre sí. Aquellos que atacan a los profesionales no podrán esconderse detrás de la protección de la libertad de expresión", agregó.

Las teorías conspirativas han estado vinculadas con fuerza a China y Estados Unidos. Sobre todo, después del intercambio de impresiones entre el gobierno chino y el gabinete de Donald Trump. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, comentó en un discurso el 15 de febrero en la Conferencia de Seguridad de Munich que "no solo estamos luchando contra una epidemia, también lo hacemos contra una infodemia".