Una servilleta, clave para resolver 32 años después el asesinato de una niña de 12 años

Informativos Telecinco | Agencias 25/06/2018 23:09

Según indica Telegraph, Michella, en el momento de la desaparición, estaba cuidando a sus dos hermanas menores en un parque de su ciudad. En un momento dado, para que sus hermanas merendasen, cogió su bicicleta para ir a por unos sándwiches.

Tras recoger la comida, la niña de 12 años regresó al lugar en el que había dejado a sus hermanas, que se encontraban en el servicio de un negocio de la ciudad. Allí creen que Michella las buscó, pero no dio con ellas.

Y ahí comenzó el suceso: se encontró la bicicleta de la menor y los sándwiches junto a una mesa del parque. Pero no había rastro de Michella. Y fue un perro policía el que descubrió el cadáver de la niña esa misma noche en un barranco cercano. La autopsia determinó que había sido violada y que murió de forma violenta.

La policía actuó rápido y extrajo ADN de la escena, pero se encontraron grandes dificultades en la investigación. Por todo ello, y como no se pudo dar con un sospechoso, el suceso se archivó sin resolverse.

Pasados los años, y con avances en la tecnología, la policía científica logró reconstruir en 2006 una huella en base al ADN que se obtuvo en la escena del crimen. Eso sí, en ese momento no se encontró vínculo alguno de esa huella con la base de datos existente en Estados Unidos.

Pero la tecnología ha continuado avanzando, y ahora, en 2018 se ha conseguido resolver el caso gracias a la técnica de la genealogía genética. Esta recurre a las bases de datos y archivos genealógicos que incluyen a personas que han buscado conocer su ascendencia.

Así, gracias a esta técnica tan avanzada se comprobó que el ADN de la escena del crimen podría ser de dos hermanos. Los dos se convirtieron en sospechosos porque tanto su edad como el lugar de residencia en el año del suceso coincidían con los posibles del autor de los hechos.

Entonces la policía comenzó a investigar a los dos sospechosos y el objetivo de los investigadores era el de verificar su perfil genético. Gracias a ello se obtuvo el nombre del posible autor del asesinato de Michella: Gary Hartman. Su ADN se obtuvo gracias a una servilleta que un agente recogió. De esta forma, y con la detención del hombre de 66 años, la policía ha conseguido resolver un cruel asesinato 32 años después de llevarse a cabo.