Una sociedad británica comienza a perforar un yacimiento de gas frente a la costa de Larache

  • Chariot Oil & Gas y la Oficina de Hidrocarburos y Minas marroquí firmaron el pasado mes de marzo un memorándum de entendimiento para la exploración de dos bolsas de gas en aguas situadas frente a una de las ciudades pertenecientes en su día al Protectorado español en Marruecos

  • El pozo marroquí, cuya extensión alcanza los 2.390 kilómetros cuadrados, tiene un potencial que supera los 28.000 millones de metros cúbicos

  • Londres y Rabat han dado muestras de una gran sintonía en los últimos meses, en paralelo a la crisis experimentadas por las relaciones entre Marruecos y otros países europeos como España o Alemania

La sociedad británica Chariot Oil & Gas comenzará en los próximos días las perforaciones para buscar gas en el pozo ‘Anchois’, situado frente a las costas de la ciudad de Larache, al norte de Marruecos (a 75 kilómetros de distancia de Tánger). Los trabajos se enmarcan en el desarrollo de la licencia Lixus Offshore, propiedad en un 75% de la citada sociedad del Reino Unido y en un 25% por la Oficina Nacional de Hidrocarburos y Minas de Marruecos (ONHYM). Según un comunicado de la sociedad matriz Chariot Limited, las perforaciones, que serán llevadas a cabo por la plataforma Stena Don –instalada el pasado lunes, según datos de la aplicación de seguimiento marítimo Vesselfinder-, deberán durar unos 40 días.

El proceso contempla la exploración del pozo ‘Achois-2’ con el objetivo de confirmar sus recursos gasísticos, la calidad de la bolsa y su productividad, y la reintroducción de la perforadora en el ‘Anchois-1’, según informaba el digital marroquí Le360 remitiéndose a la información difundida por la propia sociedad con sede en Londres. La citada licencia Lixus Offshore afecta a una superficie de 2.390 kilómetros cuadrados. Según los cálculos de la sociedad británica, el yacimiento situado frente a Larache contiene en torno a 28.300 millones de metros cúbicos de gas.

“De parte de Chariot quiero dar las gracias al Ministerio de Energía, Transición y Desarrollo Sostenible de Marruecos, a la ONHYM y al resto de accionistas por su apoyo continuado y esperamos mantenerlos al día sobre esta estimulante campaña de prospecciones”, aseguraba el CEO de la firma, Adonis Pouroulis, a través del perfil oficial de Twitter de la sociedad. El responsable de la sociedad británica informaba de que irán dando a conocer los resultados de las operaciones por separado a medida que se vayan acometiendo.

A comienzos de marzo trascendía que Chariot Oil & Gas, el Ministerio de Industria marroquí y la citada ONHYM firmaron un memorándum de entendimiento para acelerar la explotación del yacimiento ‘Anchois’. “Marruecos está resueltamente volcado en la diversificación de sus fuentes de energía. El desarrollo del proyecto ‘Anchois’ le permitirá lograrlo”, aseguraba entonces el CEO de Chariot. Ya el pasado mes de septiembre, Chariot Limited hizo pública la firma de un contrato con Stena Drilling, uno de los principales contratistas de perforaciones del mundo, para perforar los citados depósitos situados en la costa atlántica de Marruecos.

La actividad de la sociedad británica en aguas marroquíes confirma, en fin, la buena sintonía que mantienen los gobiernos de Marruecos y el Reino Unido, especialmente intensas desde el Brexit. Recordemos que el 1 de enero entró en vigor el Acuerdo de asociación bilateral. Hace solo unos días, el pasado 8 de diciembre el ministro de Exteriores marroquí, Nasser Bourita, era recibido en Londres por su homóloga británica Liz Truss.

"Socios y amigos"

El encuentro sirvió para que ambos gobiernos “reafirmaran su visión común para el establecimiento de una asociación estratégica” a través del “refuerzo del diálogo político, la profundización de las relaciones económicas y la cooperación en materia de seguridad”, además de la “promoción de los vínculos humanos y culturales”, como recogía la nota hecha pública por la Cancillería marroquí. La cita sirvió además para ir más allá en el desarrollo del citado Acuerdo de asociación con la adopción de una declaración política y la puesta en marcha de los dos organismos de dicho marco de cooperación: el Consejo y el Comité de asociación.

La cooperación empresarial es prioritaria para ambos países. No en vano, recientemente se conocían las intenciones de Rabat de recuperar el tramo del gasoducto Magreb Europa, cerrado el 31 de octubre por Argel, en su territorio. El proyecto contempla la construcción de una planta de gas natural licuado en el yacimiento de Tendrara, en la región del Oriental marroquí, y transportarlo hasta el Magreb Europa.

Marruecos pretende que en una primera etapa el gas sirva para satisfacer las necesidades domésticas, pero quiere que, más adelante, el hidrocarburo viaje a Europa. Y en el proyecto habrá otra firma británica: Sound Energy. El pasado 30 de noviembre, la sociedad cotizada en la Bolsa de Londres firmó un acuerdo con la Oficina Nacional de Electricidad y Agua Potable (ONEE) de Marruecos. Sound Energy deberá producir, procesar y entregar hasta 350 millones de metros cúbicos de gas natural al año. La firma británica es concesionaria junto al Estado marroquí de la explotación Tendrara JV, situada cerca de la frontera con Argelia.

El citado acuerdo suscrito a finales del mes pasado se añade al de compraventa de gas natural licuado que en julio la propia Sound Energy firmó con la marroquí Afriquia Gaz, sociedad perteneciente al Grupo Awka, cuyo principal accionista es el primer ministro Aziz Akhannouch.

Recordemos además que Marruecos y el Reino Unido trabajan también en la instalación de un cable eléctrico submarino de 3.800 kilómetros –el mayor del mundo- que conectaría el desierto saharaui con las islas británicas para transportar energía verde. El monumental proyecto, que contempla la construcción de una central eléctrica, solar y eólica en la región marroquí de Ghelmin-Oued Noun está siendo desarrollado por la sociedad británica Xlinks.

Por otra parte, en enero de este año transcendía que Londres, Rabat y Gibraltar analizaban la viabilidad del proyecto de construcción de un túnel o puente marítimo para conectar la colonia británica con tierras del norte de África.