'The Washington Post' pagará una multimillonaria indemnización a un joven de 18 años por difamación

  • Un video protagonizado por un estudiante de secundaria se hizo viral en las redes y desató un debate nacional sobre el racismo

  • El adolescente fue señalado por varios medios de comunicación, por reírse y supuestamente ofender a un anciano indígena

  • En batalla legal emprendida aún quedan pendientes por resolver otras seis demandas contra algunos de los medios más importantes de EEUU

Nick Sadmann tenía 16 años cuando el 18 enero de 2019 se convirtió inesperadamente en el centro de todas las miradas de un polémico debate nacional. Lo acusaron de racista, intolerante, discriminatorio, de acoso... Su vida, en cuestión de horas, cambió radicalmente.

A raíz de un video que se hizo viral en las redes sociales y del que se hicieron eco los medios de comunicación estadounidenses más importantes del país, el joven estudiante fue vilipendiado por supuestamente, burlarse y enfrentarse a un anciano indígena nativo que estaba tocando un tambor autóctono a los pies de las escalinatas del Lincoln Memorial, en Washington.

Tanto Sadmann como muchos de sus compañeros del colegio, acababan de participar en una marcha contra el aborto convocada por la Marcha por la Vida y lucían gorras con el eslogan de la campaña del Donald Trump “Make America Great Again” (“Haz Grande a Estados Unidos de Nuevo”). El vídeo se utilizó como ejemplo “del racismo creciente en los Estados Unidos de Trump”.

Tras los primeros insultos y críticas al estudiante de secundaria del Covington Catholic High School (Park Hills, Kentucky), en los días posteriores llegaron las amenazas. A él, a su familia, a sus compañeros de colegio, al centro escolar en el que estudiaba...

El joven comenzó a vivir su peor pesadilla y para limpiar su imagen y la de todos los implicados afectados, arropado por sus padres, llevó el caso a los tribunales. Ahora, acaba de ganar una demanda al rotativo The Washington Post que tendrá que indemnizarle con una multimillonaria cantidad de dinero: “Presenté una demanda por difamación de 250 millones de dólares contra el Washington Post. Hoy, cumplí 18 años y WaPo resolvió mi demanda. Gracias a @ToddMcMurtry & @LLinWood por su defensa”, escribió en Twitter. “Gracias a mi familia y a millones de ustedes que se han mantenido firmes apoyándome. Todavía tengo que hacer más”, ha publicado Sadmann en su cuenta de Twitter.

El video que se hizo viral

En la grabación que inicialmente dio la vuelta al mundo, de apenas un minuto de duración, se ve a Sadmann y a otros estudiantes rodeando a Nathan Phillip, el activista nativo americano. El adolescente no lo rozó, ni siquiera le dirigió la palabra. Se mantuvo quieto, mirándolo y esbozando en algún momento una sonrisa que muchos calificaron de desafiante e intimidatoria.

"Este perdedor del MAGA (“Make America Great Again”) molesta alegremente a un manifestante nativo americano en el Marcha de los pueblos indígenas”, escribió un usuario en Twitter. En algo más de 48 horas, el video superó los 2,5 millones de visitas. Un segundo video publicado en YouTube al día siguiente, llegó a dos millones de espectadores en menos de dos horas. Tres días después había recibido más de cuatro millones y medio de visualizaciones.

Una versión más larga del video dio un giro a la interpretación de los hechos

Sin embargo, una versión más larga del vídeo subida en los días posteriores a los acontecimientos, demostró que los hechos estaban siendo malinterpretados. El indígena del que supuestamente se burlaron, participaba en otra marcha que se dirigía al Cementerio Nacional de Arlington para homenajear a los indígenas estadounidenses caídos en la Guerra de Vietnam. Otros videos que surgieron en las redes, mostraban a un tercer actor en la historia: unos afroamericanos autodenominados hebreos israelitas - pertenecientes a un movimiento radical que según el Centro de Leyes de Pobreza del Sur se está "volviendo cada vez más militante"-, estaban insultando a los estudiantes.

“Cuando llegamos, nos dimos cuenta de que cinco manifestantes afroamericanos estaban también en las escalinatas del Memorial Lincoln. No sé por qué protestaban y no interactué con ellos. Nos llamaron racistas, discriminatorios, blancuchos, y chicos de incesto. También insultaron a un estudiante afroamericano de mi colegio diciéndole que nosotros íbamos a `cosechar sus órganos´. No tengo ni idea de lo que significa ese insulto, pero era impactante escucharlo”, explicó Sadmann en un comunicado.

“Como nos estaban atacando en voz alta e insultando en público, un estudiante de nuestro grupo pidió permiso a uno de nuestros profesores acompañantes para cantar nuestras canciones estudiantiles, para contrarrestar las cosas llenas de odio que nos estaban gritando”, continúa argumentando el estudiante increpado por los medios, añadiendo que estas son melodías positivas que entonan en eventos deportivos.

Según el nativo Phillips, quien sirvió en las reservas del Cuerpo de Marines durante dos años, la tensión entre los estudiantes y los israelitas hebreos "se estaba volviendo realmente explosiva”, y aseguró que escuchó a los chicos decir “¡Construyan un muro!”: “Estas son tierras indígenas y se supone que no debemos tener muros aquí", dijo el veterano estadounidense y líder indígena, aunque esta declaración no se ha podido corroborar en ninguna de las grabaciones.

Tras participar en la Marcha por la Vida, los chicos se dirigieron al emblemático edificio que conmemora al presidente Abraham Lincoln porque estaban citados para ser recogidos por los autobuses del centro escolar que los llevaría de vuelta a sus casas. Llegaron pronto, les quedaba todavía una hora de espera, así que se dispersaron en pequeños grupos para disfrutar de las vistas, según han relatado los estudiantes.

En la versión larga del video, se ve al nativo indígena secundado por otro hombre, acercarse a un numeroso grupo de adolescentes de 15 y 16 años, y quedarse parado frente a Sadmann mientras tocaba el tambor: “Sentí que me trasladaron espiritualmente a ese centro, al centro de ese torbellino. Me paré entre ellos para orar", dijo Phillips.

Sadmann, por su parte, igualmente justificó su actitud frente a Phillips y aclaró que también él rezó en silencio: “Yo no le hice caras intencionalmente al manifestante. En cierto momento sonreí porque quería que supiera que no me iba a enfadar, intimidar ni provocar para una confrontación mayor. Soy un cristiano fiel y católico practicante, y siempre intento vivir según los ideales que mi fe me enseña, mantener respeto a los demás y no desarrollar acciones que puedan llevar a la violencia”.

En un entrevista que Sadmann concedió estando en medio del ojo del huracán, dijo que le hubiera gustado apartarse de donde estaba, pero no estaba seguro de qué hacer en ese momento: “No quería ser irrespetuoso con el Sr. Phillips y alejarme si intentaba hablar conmigo. Estaba rodeado de muchas personas que no conocía que tenían sus teléfonos apagados, cámaras, y no quería toparme con nadie o parecer que estaba tratando de hacer algo".

El Covington Catholic High School en un primer momento se disculpó públicamente por los estudiantes, e incluso se planteó la posibilidad de expulsarlo, pero cuando los vídeos probaron la inocencia del muchacho, se retractaron y defendieron su causa. Las amenazas que Sadmann y su familia sufrieron, se hicieron extensibles al colegio, que tuvo que cerrar un día por no poder garantizar la seguridad de sus alumnos.

Los medios de comunicación contra Sadmann

El vídeo que protagonizaron Nick Sadmann y Nathan Phillips, fue puesto como ejemplo “del racismo creciente en los Estados Unidos de Trump”, aunque los defensores del presidente lo negaron y afirmaron que las verdaderas víctimas habían sido los estudiantes.

El incidente fue descrito por The New York Times como una "convergencia explosiva de raza, religión y creencias ideológicas”; The Washington Post lo calificó como un "encuentro tenso" que "provocó indignación"; CNN describió cómo "un joven sonriente con una gorra roja de `Make America Great Again´ parado directamente frente al hombre, que estaba tocando el tambor y cantando. Se podía ver a otros niños riendo, saltando y aparentemente burlándose de los cantos”. Uno de los analistas políticos del canal, tuiteó: "algunas (personas) también pueden recibir un puñetazo en la cara".

El periódico digital VOX escribió "que los niños estaban acosando al anciano nativo americano” y lo llamó la "historia más grande de la nación"; The Independent argumentó que el incidente era una prueba de que "los sentimientos con prejuicios sobre el catolicismo en los Estados Unidos son profundos”.

La multimillonaria indemnización

Nick Sadmann y su familia iniciaron una batalla legal contra los diferentes medios de comunicación que difamaron su reputación y lo convirtieron en noticia nacional: "En enero de este año, el Post se comprometió en una forma moderna de macartismo, compitiendo con CNN y NBC, entre otros (medios), para hacerse con el liderazgo de una mafia de matones de medios y redes sociales que atacaron, vilipendiaron y amenazaron a Nicholas Sandmann, un inocente niño de secundaria", dice la denuncia que presentaron en Kentucky los padres del joven, como representantes del menor.

En la demanda contra The Washington Post, se afirma que el periódico, propiedad de Jeff Bezos, “se dirigió injustamente a Nick y lo intimidó porque era un estudiante católico blanco que llevaba una gorra roja de recuerdo de ‘Make America Great Again’ en una excursión escolar a la Marcha por la Vida en Washington, D.C., el 18 de enero (2019)”.

También citaron varios de los artículos del periódico y dijeron que “comunicaron la esencia falsa y difamatoria de que Nicholas instigó una confrontación con Phillips y posteriormente se involucró en una conducta racista”. Los Sandmann pidieron una indemnización de 250 millones de dólares, igual a "la cantidad que Jeff Bezos pagó en efectivo por el Post cuando compró el periódico en 2013".

El propio Trump aplaudió la demanda y tuiteó: “Ve a por ellos, Nick. ¡Noticias falsas!”.

Si bien Sadmann comenzó el año pasado viviendo un verdadero calvario mediático, este año las noticias son muy diferentes para él y su familia. El pasado mes de enero, CNN llegó a un acuerdo con el joven estudiante como parte de una demanda de 275 millones de dólares. La cantidad acordada no se ha hecho pública pero se ha considerado un triunfo para el demandante.

De nuevo este viernes Sadmann logró su segunda victoria legal. La portavoz de The Washington Post, Kris Coratti, así lo hizo público: "Nos complace haber podido llegar a una resolución mutuamente aceptable de las reclamaciones restantes de la demanda".

Pero la multimillonaria indemnización no es más que una parte de lo que el adolescente todavía podría acumular, puesto que aún quedan pendientes por resolver los pleitos contra NBC, el New York Times, CBS News, ABC News, Gannett, y Rolling Stone.

E incluso podría haber más sorpresa legales, vista la advertencia que Sandmann dirigió en las redes al CEO de Twitter, Jack Dorse:“Hemos llegado a un acuerdo con WAPO y CNN. La pelea no ha terminado. 2 menos. Faltan 6. No aguantes la respiración @jack”, escribió en el sitio web.