¿Qué países pagan más impuestos por los premios de Euromillones?

MadridGanar el Euromillones puede cambiar radicalmente la vida de los afortunados que aciertan los números mágicos, pero lo que muchos ignoran es que la cantidad final que reciben depende, en gran medida, del país donde hayan comprado el boleto premiado. La tributación de los premios de lotería varía de forma ostensible entre los distintos países europeos que participan en este popular sorteo internacional, lo que hace que la cantidad neta que recibe el ganador pueda variar de forma considerable. 

Suiza destaca por ser el país con la carga impositiva más elevada sobre los premios de Euromillones. Los ciudadanos suizos que resultan premiados tienen que afrontar una tasa del 35% sobre la cantidad ganada, aunque con una exención inicial aplicable hasta los primeros 1.000 francos suizos, aproximadamente 1.036 euros. Esto implica que los grandes premios obtenidos en Suiza se ven muy reducidos debido a la alta fiscalidad del país helvético.

España y Portugal comparten una tasa del 20% sobre los premios ganados en loterías, pero con diferencias importantes en cuanto a las exenciones. En España, los premios inferiores a 40.000 euros están exentos de impuestos, aplicándose la retención solo al excedente de esa cifra. De esta manera, si un español gana 100.000 euros, únicamente tributará por 60.000 euros, resultando en una retención de 12.000 euros. En cambio, en Portugal, la exención es considerablemente más baja, siendo solo de 5.000 euros. Cualquier cantidad por encima de este límite está sujeta a la misma retención del 20%, haciendo que un premio similar al ejemplo español resulte en una carga fiscal notablemente superior para un ciudadano portugués.

Italia presenta una tributación algo más moderada, aplicando una retención del 12% sobre premios superiores a 500 euros. Aunque la tasa es inferior a la española o portuguesa, Italia no ofrece una exención tan alta, lo que implica que incluso premios relativamente modestos se ven sometidos a esta retención fiscal, disminuyendo la cantidad que se percibe incluso de los premios medios en el país transalpino.

Por otro lado, también hay que decir que existen distintos países europeos que tienen una política fiscal mucho más favorable para los ganadores de Euromillones, al no aplicar impuestos directos sobre los premios obtenidos. Es el caso de Francia, Reino Unido, Irlanda, Alemania, Dinamarca, Suecia, Finlandia y Noruega. Sin embargo, la mayoría de estos países obliga a declarar estas ganancias en la declaración anual de impuestos, lo cual puede también repercutir en una mayor carga fiscal general para el ganador, aunque dependa de su nivel de ingresos y de la manera en que se gestione posteriormente dicho dinero.

Cabe destacar que la fiscalidad sobre los premios también está influida por el lugar físico de compra del boleto ganador. Según las normativas vigentes, un premio de Euromillones debe ser reclamado en el país donde se adquirió el boleto, por lo que un español que compre su boleto en Francia y resulte ganador deberá cobrar y someterse a las condiciones fiscales francesas, que en este caso serían más favorables, al menos inicialmente, por no aplicar impuestos directos sobre el premio.

Asimismo, existen acuerdos bilaterales entre algunos países para evitar la doble imposición sobre las ganancias de lotería. Esto significa que, aunque se cobre el premio en un país extranjero, el ganador podría verse obligado a declararlo en su país de residencia habitual, ajustando así la tributación según las regulaciones fiscales locales y los acuerdos internacionales vigentes.

Finalmente, es importante que los participantes de este tipo de sorteos como los Euromillones, estén informados no solo de los premios potenciales que pueden llevarse si tienen suerte, sino también de las consecuencias fiscales que estos pueden llegar a acarrear en función de dónde adquieran sus boletos. Este tipo de conocimientos puede influir en distintas decisiones estratégicas sobre la participación en este sorteo y la posterior gestión del premio una vez obtenido, evitando sorpresas desagradables y permitiendo una planificación financiera más precisa para los afortunados ganadores.