Los Dominican Don’t Play acusados del asesinato del boxeador Gabriel Kraus niegan la autoría frente a las geolocalizaciones

Los Dominican Don’t Play acusados del asesinato del boxeador Gabriel Kraus niegan la autoría frente a las geolocalizaciones
El padre del joven asesinado con una foto de su hijo en la puerta de la Audiencia Provincial de Madrid. Europa Press
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Tres miembros de los Dominican Don't Play (DDP) acusados de asesinar en agosto de 2021 a Gabriel Kraus, una joven promesa del boxeo de 20 años, niegan su autoría del crimen frente a las identificaciones y la abundante prueba de cargo que les sitúa en el lugar donde el chico murió de una paliza a machetazos en el barrio de Prosperidad de Madrid. El juicio ha arrancado este lunes en la Audiencia Provincial de Madrid con la selección del jurado popular.

El fiscal y la familia, a través de su abogado, solicitan prisión permanente revisable al tratarse de un asesinato agravado por pertenecer los procesados a una banda criminal. El padre y el hermano de Gabriel, de origen brasileño, han querido acompañar este lunes al letrado de la familia, si bien la vista oral arrancará mañana con los informes previos de las partes y la prueba testifical. Los acusados declararán al final del juicio a petición de las defensas, una posibilidad que se les ofrece para darles mayores garantías procesales.

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Piden prisión permanente revisable para los acusados

El progenitor y entrenador de la víctima esperan que los acusados sean condenados a la pena máxima por arrebatarle la vida a su hijo, "un atleta" que dedicaba su vida al deporte y que planeaba viajar tras la pandemia a Estados Unidos para enfocar ahí su carrera profesional. "Salió con amigos y estas personas llamaron a la puerta. Le agredieron porque se negó a hacer un símbolo de sumisión al no pertenecer a ninguna banda", ha subrayado el padre, quien ha reclamado que la Justicia no sea blanda para este tipo de asesinos. El fiscal, en este punto, niega que la víctima perteneciera a la banda rival de los Blood y señala hizo el saludo característico de este grupo para hacer un "alarde" y una "chulería" delante de sus amigos.

Por el crimen de Gabriel, fueron condenados a cinco y ocho años de internamiento en un centro en régimen cerrado tres menores, uno de ellos el autor material de la puñalada en el corazón que le provocó la muerte. Los abogados de dos de los tres acusados, la letrada Carmen Balfagón y Enrique de Miguel, niegan la autoría de sus clientes en el asesinato y en el caso de uno de ellos, sostienen que no estaba en el lugar de los hechos. El fiscal sustenta su acusación en las geolocalizaciones de los teléfonos móviles que sitúa a los tres encausados en la escena del crimen. Asimismo, otro dato que destacar es que las cámaras de seguridad de las calles por las que huyeron captaron sus imágenes y también fueron identificados por varios testigos.

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Crimen a machetazos en el barrio de Prosperidad

El escrito de acusación indica que sobre las 19 horas del 19 de agosto de 2021, un grupo de jóvenes compuesto por seis personas y otros tres menores de edad, se hallaban en el apartamento de Madrid celebrando una fiesta. Al cabo de media hora cuatro de ellos salieron a la calle "fumando y bebiendo en la acera y ocupando parte de la calzada donde estacionan los vehículos, en actitud festiva, permaneciendo el resto del grupo en el interior del apartamento".

A esa hora los tres acusados y un menor transitaban por esa misma calle cuando una de las personas que estaba de fiesta pronunció en voz alta la expresión SUWOOP, la cual identifica al grupo juvenil organizado de carácter violento y origen latino denominado Blood. Este hecho, acompañado de que la víctima llevaba prendas de vestir rojas, en concreto su camiseta, símbolo identitario de la referida banda, hizo que los tres varones que pasaban en ese momento por el lugar entendieran que se trataba de una provocación entre bandas rivales.

‘La Bestia’, ‘Joseo’ y ‘Panda’, formaron parte del grupo de ocho pandilleros que mataron a Gabriel 

El gesto fue recriminado a G.K. K. por su amigo E. R. M., "plenamente consciente de que se encontraban en un barrio dominado por la banda de los DDP y gestos como ese podían generarles problemas, al tratarse de bandas contrarias". Pocos minutos después Joseo, La Bestia y Panda, junto a otros cinco menores de edad, se dirigieron armados al apartamento donde se estaba celebrado la fiesta para acabar con la vida de G. K. K. Al llegar allí los acusados exigieron a la víctima que realizara el símbolo de "Baja Patria" o "Baja de Siete", frases propias del argot de grupos juveniles organizados de carácter violento y origen latino "que se corresponderían con gestos de humillación hacia la banda rival Bloods o Trinitarios".

Ante la negativa de G. K. K., Panda le lanzó un puñetazo a G. K. K. y éste repelió la agresión. En ese momento las personas que acompañaban al acusado acorralaron a la víctima mientras unos le propinaron puñetazos y patadas, los otros le asestaron varias cuchilladas hasta causarle la muerte.

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