Caso Portnov: los agentes hallaron nueve casquillos de bala junto al cuerpo y creen que hubo tres implicados
La Policía Nacional halló nueve vainas de casquillos de balas junto al cuerpo de Andréi Portnov tras ser tiroteado en Pozuelo de Alarcón
Un poder notarial, una mansión en Kiev y la huida de la abogada a Rusia: las sospechas tras la muerte de Portnov
La Policía Nacional halló nueve vainas de casquillos de bala junto al cuerpo del abogado ucraniano prorruso Andréi Portnov, que fue tiroteado junto al Colegio Americano de Pozuelo de Alarcón este pasado miércoles. Además, 24 horas después, los agentes mantienen la búsqueda para localizar al autor de los disparos y a quienes le ayudaron a huir.
La Policía Científica analiza los nueve restos de casquillos para proceder al informe de balística, y también se está a la espera del informe preliminar de la autopsia, que determinará el número de impactos que acabó con la vida de Portnov.
Los investigadores trabajan con la hipótesis de que participaron al menos tres personas en el tiroteo: uno como autor de los disparos y otras dos personas que dieron apoyo en la huida por una zona boscosa, una arboleda. Cabe destacar que junto al Colegio Americano de Pozuelo se encuentra la Casa de Campo.
La Policía aún no descarta ninguna hipótesis
La investigación de la Policía Nacional se centra en el análisis de pruebas en el lugar de los hechos, incluyendo las cámaras de seguridad y la recogida de testimonios de los testigos presenciales. Se desconoce la motivación del crimen y si tiene una connotación política o se enmarca en exclusiva en un ajuste de cuentas relacionado con el crimen organizado, lo que podría guardar relación con los negocios de Portnov, más que con su apoyo a Rusia. La Policía aún no descarta ninguna hipótesis.
Portnov, de 52 años, recibió varios impactos de bala en la cabeza y espalda en torno a las 09:15 horas del miércoles cuando iba a subir a su coche, un Mercedes de alta gama. Una mujer que estaba en su turismo presenció los hechos y vio cómo le remataban. Poco antes había dejado a sus hijas en el centro educativo de Pozuelo.
Medios ucranianos informaron que Portnov realizó una transferencia de una propiedad a sus hijos hace un año a través de una notaría en Madrid, lo que lo situaba en España tras abandonar Ucrania en medio de acusaciones de traición y de corrupción. Su abogada figura en un poder notarial y, a pesar de que vivía en la capital española, ahora se encuentra en Rusia y no ha podido ser localizada.