El acusado del cuádruple atropello mortal en una boda ha explicado ante el Tribunal que lo juzga que él no quiso acelerar el coche, sino que lo hizo su propio cuerpo, solo y por miedo, mientras él estaba agachado tratando de evitar los disparos. Micael D.S.M, alias 'El Portugués', ha declarado que huyó de la celebración porque los invitados "querían matar" a sus hijos y sobrinos, cuando ocurrió todo hace tres años en Torrejón de Ardoz, en Madrid.

"Ellos querían matar a mis hijos, a mis sobrinos", ha asegurado el acusado, que fue presa del miedo y lo que intentó fue huir de sus perseguidores que le gritaban: "Portugués, te vamos a matar, me cago en tus muertos te vamos a matar".

La Audiencia de Madrid ha proseguido este jueves el juicio con jurado contra El Portugués, que se enfrenta a una pena de cárcel de 226 años a petición de la Fiscalía por cuatro delitos de asesinato y nueve en grado de tentativa (hubo nueve heridos).

El Portugués ha respondido, a las preguntas del fiscal, que en "todo momento" tocó el claxon para que los invitados se apartaran y que en el momento del atropello estaba agachado porque estaba escuchando "golpes y disparos".

En su relato ha repetido que su intención no fue pisar el acelerador, lo que finalmente hizo, aunque lo achaca a que fue su propio cuerpo a causa del miedo: "Si lo hubiese querido yo empiezo a acelerar mucho antes".

'El Portugués' declara que no vio cómo las víctimas se estampaban contra el cristal

El hombre, ante los magistrados, ha relatado que no fue consciente de haber atropellado a varias personas, aunque que sí vio la luna de su coche rota, pero que no cómo las víctimas se estampaban contra el cristal.

"Yo no pienso en ningún momento que yo he atropellado a nadie", ha afirmado a preguntas de la fiscal, con quien ha tenido varios enfrentamientos durante su declaración.

La versión del acusado es que huyó del lugar de la celebración, el restaurante El Rancho de Torrejón, para huir de una agresión con palos y navajas, contra él y su hijo. Al huir vio también a un invitado con una pistola plateada.

Cuando cogió el coche, otro vehículo le salió al paso y está convencido de que lo hizo para cerrarle el paso, puesto que le estaban persiguiendo.

"¿Qué padre no salva a sus hijos si les están tratando de matar?", se ha preguntado en varias ocasiones, a la vez que ha señalado que hubo momentos de la boda que "temió" por su vida.

Cuatro de las cinco acusaciones ejercidas por las víctimas piden la prisión permanente revisable para el acusado, mientras su defensa reclama su absolución al argumentar que concurren las eximentes de miedo insuperable y estado de necesidad.