Los arrestados escogían a sus víctimas en aparcamientos de gasolineras y supermercados para cometer los hechos
Entre el dinero robado y los pagos con tarjetas sustraídas, los delincuentes se hicieron con un botín de 60.000 euros
MadridUtilizando el conocido como método de la siembra, un grupo de delincuentes conseguía su objetivo de distraer a víctimas para robarles sus pertenencias. Por cometer hasta 20 hurtos en Madrid, ocho personas han sido detenidas.
Pertenecían a la organización criminal desarticulada por la Guardia Civil, en el marco de la 'Operación Chullo'. Se suma a otra actuación exitosa contra los cinco ladrones del butrón de una joyería en la capital española.
Según ha informado este 29 de junio el Instituto Armado, comenzaron a investigar los hechos en julio del 2024 cuando varios afectados denunciaron que les habían sustraído dinero de sus vehículos estacionados.
Gracias al visionado y análisis de las cámaras de seguridad de los diferentes lugares donde delinquían, los agentes pudieron identificar a los individuos que se movían por varias localidades madrileñas.
De hecho, se les atribuyen hurtos en Majadahonda, Villaviciosa de Odón, Villanueva de la Cañada, Villanueva del Pardillo, Aravaca, Alcobendas, Leganés y Madrid capital. Se les acusa también de 11 delitos de falsedad documental y diez de estafa.
Resulta que, antes de actuar, solían alquilar coches utilizando en las empresas dedicadas a este negocio una identidad falsa. Posteriormente, se desplazaban en ellos hasta los aparcamientos donde robaban, de gasolineras y supermercados.
Pregunta o aviso de objeto caído
Tras escoger con astucia a sus víctimas, cuando éstas regresaban de realizar compras o de repostar combustible y tenían ya abierta la puerta de su automóvil, los sospechosos entraban en acción, ocupándose cada uno de una tarea distinta.
Uno se aproximaba a la persona objetivo en el parking para preguntarle algo o le indicaba que se le había caído algún objeto al suelo. Mientras tanto, con rapidez, su cómplice se acercaba al asiento del piloto.
Entonces, se llevaba lo que encontraba de valor: desde dinero en efectivo hasta tarjetas bancarias. Justo con este botín acumulado entre todos los hechos cometidos, el montante económico obtenido asciende a unos 60.000 euros.
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