Sucesos

Misterio en la ‘Casa de los Horrores’ del doctor acusado de maltratar a sus ocho hijos en Colmenar Viejo: ¿quién hizo desaparecer su arsenal médico?

La bautizada como 'Casa de los Horrores' de Colmenar Viejo, Madrid. Informativos Telecinco
Compartir

La vivienda bautizada como la ‘Casa de los Horrores’ de Colmenar Viejo, en Madrid, donde, junto a su esposa, residía un doctor que fue detenido en abril de 2023 como acusado de maltratar a sus ocho hijos, ha sido escenario de un extraño movimiento: parte del arsenal médico que fue descubierto allí ha desaparecido y las autoridades investigan quién ha sido responsable. ¿Se trata de un robo? ¿Se han deshecho de ello intencionadamente?

En el marco de las pesquisas realizadas para esclarecer el caso, la Guardia Civil registró el domicilio y descubrió que había allí 1.583 uniformes del Hospital Gregorio Garañón de Madrid, donde ejercía el doctor, y 40.000 pares de guantes, según el atestado policial. Por ello, le acusaron también de un delito de hurto. Sin embargo, cuando casi un año después de la detención del doctor los agentes volvieron al chalet, se encontraron con que la mayor parte del arsenal había desaparecido. Por eso, y por orden de la Audiencia de Madrid, la investigación sobre estos hechos continúa.

PUEDE INTERESARTE

La Casa de los Horres de Colmenar Viejo: giros en el caso e incógnitas por resolver

El origen del caso se remonta a marzo de 2023, cuando el doctor y su esposa fueron acusados de mantener a sus ocho hijos malnutridos y hacinados en su vivienda. Allí, en Colmenar Viejo, las autoridades llevaron a cabo un dispositivo que derivó en la entrada y registro del domicilio, así como en la detención del progenitor y su mujer, acusado de malos tratos.

Inicialmente, además, le impusieron una orden de alejamiento sobre su esposa, al considerar el juez que podría haber sufrido también violencia de género. Sin embargo, ella volvió junto a su marido en cuanto el magistrado retiró dicha orden.

PUEDE INTERESARTE

En el recorrido del caso se produjeron también las declaraciones de los menores, que llegaron a señalar al progenitor por sus maltratos y castigos: "Las palizas físicas ocurrían con frecuencia. Un día nos preguntó que si le íbamos a desobedecer, y le contesté que sí. 'Ah, que te pones chulita', me dijo. Y cogió, como siempre, un cuchillo. Otras veces usaba el rodillo de amasar o su propia mano", llegó a manifestar una de las hijas, en declaraciones de las que se hizo eco El Mundo.

La esposa del doctor, madre de los niños, sin embargo, siempre negó los episodios de malos tratos, al igual que él. Tras ser detenidos, ambos quedaron en libertad provisional, pero el caso continúa.

¿Qué pasó con el arsenal médico?

Ya en febrero de 2024, es decir, casi un año después de la detención inicial de los progenitores, agentes de la Guardia Civil volvieron a la bautizada como ‘Casa de los Horrores’ junto a la propietaria de la vivienda, –dado que el matrimonio vivía allí de alquiler–, la esposa del médico y un responsable del Hospital Gregorio Marañón. Tal como informa ‘El Periódico’, los agentes se encontraron entonces con que, de esos 1.583 uniformes del Hospital Gregorio Garañón y 40.000 pares de guantes apenas quedaba nada. Ese arsenal médico, que el doctor justificó en un principio que lo aglutinaba por “la paranoia del covid”, había desaparecido.

En el lugar solo hallaron 89 uniformes y diferentes a los que hallaron inicialmente: tenían peor calidad y no llevaban la etiqueta del Gregorio Marañón, ni de Salud de Madrid. Tampoco estaban los 40.000 guantes de nitrilo y, sin embargo, lo que si encontraron fueron vasos, platos, mochilas y ropa de niño, según recoge ‘El Periódico’ citando al informe de la Guardia Civil.

Tras estos hechos, se responsabiliza a la esposa del doctor porque ella fue la nombrada por el juez para hacerse responsable de los efectos que se dejaron en la vivienda.

La Audiencia de Madrid ha ordenado continuar con las investigaciones y ella podría enfrentarse a delito grave de desobediencia con el fin de proteger al médico de lo que podría calificarse de delito de hurto o malversación por robar el arsenal médico de un hospital público, razón por la cual la Comunidad de Madrid, que además ejerce la tutela de los menores, se personó en la causa como parte perjudicada.