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Medicar a las mascotas para viajar implica riesgos: "Incluso un sedante leve puede tener consecuencias graves"

Cómo viajar adecuadamente con mascotas. Pexels
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Ahora que llegan las vacaciones, muchas familias planean viajar con sus mascotas a sus lugares de destino. Y, aunque ésta sea una actitud responsable por parte de sus dueños, estos deben saber que hay muchos perros y gatos que sufren durante los viajes y traslados. El adiestrador canino Juan Carlos Castilla, director y fundador de Noblecan, recuerda que muchos perros sufren "jadeos, temblores, vómitos, ladridos desesperados, salivación excesiva, intentos de escape o incluso agresividad por estrés" durante dichos desplazamientos. Por ello, los animales deben ser adecuadamente preparados, respetuosa y progresivamente, en las semanas previas al viaje, por lo general, en coche.

Las razones por las que los perros pueden llegar a sufrir tanto al subirse a un vehículo son varias: porque lo tengan asociado a un acontecimiento negativo, como el traslado al veterinario o el abandono definitivo; por falta de habituación, ya que hay perros que no se han montando en una coche hasta la edad adulta y esto hace que el ruido o el movimiento les asuste; por falta de gestión emocional al no poder salir del coche o por un problema físico real, como la cinetosis (mareo).

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Técnicas de conducta para evitar la medicación

En casos muy extremos, se le puede dar al perro una mediación pautada que le ayuda a paliar todos estos síntomas pero, desde Noblecan, recomiendan "agotar siempre las vías de educación canina o de modificación de conductas". Según su experta opinión, los sedantes o ansiolíticos - que deben estar siempre recetados por un veterinario - pueden producir somnolencia extrema, vómitos, falta de coordinación, irritabilidad, baja presión o afectar al riñón, por muy pequeña que sea la dosis. Además, mediante su uso, los perros "no aprender a manejar la situación". Por ello, recomiendan practicar técnicas como:

  • Habituación progresiva al viaje en coche: "Es el pilar fundamental. Se trata de acostumbrar al perro poco a poco a cada parte del viaje, sin obligarle a enfrentarse a todo de golpe. Por ejemplo, subiéndole al coche con el motor apagado durante unos minutos, reforzar el momento con golosinas para perros, caricias o juegos, realizar trayectos muy cortos (1-2 minutos) a lugares que el perro asocie como positivos (parque, campo, casa de un familiar) y aumentar gradualmente el tiempo del trayecto", apunta Castilla.
  • Crear un entorno de calma en el coche : "Para ello, se pueden utilizar feromonas tranquilizantes antes y durante el viaje en coche o cubrir mantas o prendas con tu olor, especialmente si el perro viaja en transportín. También se puede cubrir todo el transportín con una tela ligera si el perro se sobreestimula y poner una música relajante: hay estudios que demuestran que ciertos tipos de música (clásica, suave o reggae) reducen la ansiedad canina en los viajes en coche", subraya el adiestrador.
  • Nuestro contacto físico y emocional seguro: "Nuestra presencia emocional estable siempre le proporcionará seguridad al perro. Si puedes sentarte a su lado o cerca del transportín, hablarle con tono sereno en voz baja, acariciarle de vez en cuando con suavidad sin forzar y evitar cambios de emoción bruscos, reducirás el estrés del viaje en coche", concluye.
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Además, este especialista da otros consejos útiles para viajar con el animal, como evitar meterles en el coche con el estómago lleno (deben hacer, al menos 3-4 horas de ayuno antes del viaje), hacer varias paradas si el viaje es largo, para que beba agua y pueda hacer sus necesidades y, por supuesto, nunca dejarle solo en el vehículo "y menos bajo el sol en los días de verano", pues podía morir por un golpe de calor. Igualmente, Juan Castilla recuerda que los perros que no vayan dentro de un trasportín por su evidente tamaño, deben ir sujetos con "arneses o cinturones homologados".