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Qué puede causar que el consumo de combustible aumente durante el verano: recomendaciones de la DGT

Ya que recorremos más kilómetros en verano, es mejor reducir el consumo
Ya que recorremos más kilómetros en verano, es mejor reducir el consumo. Unsplash
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En verano solemos hacer un gasto más elevados en combustible debido a que es una época con millones de desplazamientos en nuestras carreteras. A su vez, dependiendo de nuestra forma de conducir y nuestras prácticas en un viaje largo, el consumo se puede disparar en la época estival. Vamos a compartir a continuación cuáles son las principales causas para gastar más gasolina y cómo podemos regular dicho consumo anormal, porque entre el 30 y el 50% del gasto de combustible depende de la manera de conducir del propietario.

Frescos, pero gastando más combustible

Un elemento principal que influye en la cantidad de combustible que consumimos es el uso del aire acondicionado. Si bien este sistema de refrigeración puede ser totalmente necesario a nivel de confort, evitando que un golpe de calor pueda suponer un riesgo (conducir con una temperatura interior de 35 ºC tiene un efecto similar a conducir bajo una tasa de alcoholemia de 0,5 gr/l en sangre), tiene su traducción directa en un mayor consumo de combustible, un aumento entre un 10% y un 20%, según las estimaciones. Aun así, es más económico que ir con las ventanillas bajadas (y más fresco).

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El gasto que supone el aire acondicionado en la conducción en verano también se puede ajustar en cierta manera dependiendo de la temperatura a la que pongamos la refrigeración. La Dirección General de Tráfico recomienda mantener el vehículo entre 21-23 ºC para encontrar un equilibrio entre bienestar y consumo de combustible. Además, para evitar tener que poner el aire al máximo al entrar al vehículo, la recomendación de la DGT es “abrir las puertas y ventanillas y ventilar el habitáculo, durante un minuto, antes de activar el aire acondicionado”. De esta forma, se consigue rebajar la temperatura interior de forma natural y, una vez ventilado, ya proceder a activar la climatización.

Mayor carga, mayor consumo

Otro elemento que tiene cierta anomalía en época veraniega es el nivel de carga del coche. Solemos llevar más peso del habitual en el vehículo, por lo que el motor tiene que hacer un esfuerzo mayor para poder tirar del conjunto. El consejo aquí es planificar con antelación el viaje para solamente llevar como equipaje lo que va a ser necesario, De esta forma, reduciremos el nivel de carga y no requerirá más esfuerzo del motor para moverse.

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Además, cuando se circula con un accesorio portaequipajes, este puede influir en la aerodinámica del vehículo y esto se traduce también en el nivel de combustible que consume el coche. Cuanta más resistencia al aire, mayor esfuerzo de la unidad motriz. Como dice la DGT, “todo lo que suponga romper la aerodinámica de un vehículo está asociado irremediablemente a consumir más”. Si no queda más remedio, para conseguir mantener la mejor aerodinámica posible la recomendación es no utilizar portaequipajes tipo baca, con el equipaje atado con pulpos, sino un baúl cerrado.

El efecto del sobrepeso también se puede notar en una presión de neumáticos incorrecta. Para compensar la carga del coche, lo suyo es que añadamos más presión de lo habitual, con la referencia del fabricante indicada en la tapa de la gasolina o el marco de la puerta. Según el RACE, “conducir usando neumáticos con una presión de 0,5 bares inferior a la recomendada por el fabricante hace que el consumo aumente en un 2% en áreas urbanas y un 4 % en las interurbanas”. Podemos optar por montar neumáticos con muy baja resistencia a la rodadura, que pueden ayudar a reducir el consumo hasta un 3% y no subirá el coste de instalación, ya que cuentan con precios muy parejos a los neumáticos normales.

La velocidad también importa

Cuando los conductores tienen cientos de kilómetros por delante en largos viajes por carretera, influye mucho cómo y cuánto pisamos el acelerador. Lo suyo es que conduzcamos manteniendo una velocidad uniforme, sin frenazos y acelerones. En cuanto a la forma más óptima de acelerar, hacerlo gradualmente en lugar de pisar agresivamente el pedal del acelerador podría suponer un ahorro promedio de 31-37% en combustible. También habría que reducir al máximo posible los cambios de marcha, para lo cual es recomendable subir lo antes que se pueda a las marchas largas.

El control de crucero puede ser una solución óptima para ir a una velocidad uniforme y también está demostrado que puede ayudar a reducir el consumo si se usa en carreteras planas libres de congestión, por lo que podríamos usarlo en autopista o autovía si no hay alcances a la vista (e incluso también puede ayudar a bajar el consumo en incluso en recorridos cuesta arriba o cuesta abajo). Según los datos recogidos en un estudio realizado por Natural Resources Canada, esta herramienta puede ayudar a ahorrar entre un 7 y un 14% de combustible cuando un coche circula a una velocidad constante.