Luis Lorenzo y Arancha Palomino: una pareja conocida por sus discusiones y los problemas familiares

Luis Lorenzo y Arancha Palomino se conocieron en un programa de televisión. A Isabel -la tía de la mujer- no le gustaba el actor y se lo contaba a sus amigas. Montserrat Gutiérrez era una de ellas. Según le relató a la Guardia Civil en una entrevista después de la muerte de la anciana, el hombre" no le caía bien, por cosas que veía pero no sabía cómo explicarlas, quizá por su manera de ser. Fruncía mucho el ceño cuando hablaba de él". Acerca de su sobrina les narró que su vida es un caos. "Tuvo problemas con la anterior pareja y el hijo que tienen en común por temas de violencia y peleas entre ellos. No sabía a qué se dedicaba profesionalmente la mujer. Empezó varias cosas de estudios pero no acababa nada.Trabajó en algo de ordenadores".

Arancha tiene una esquizofrenia del 72% diagnosticada. Su tía siempre decía que le faltaba una madre y que le daba pena. Se acercaba a Madrid por ayudarla y porque ella le insistía. Solía decir que "es muy gastona en cuestión de dinero". Luis también es ambicioso y le gusta la buena vida. La Guardia Civil ha interrogado a sus exparejas para poder determinar su grado de implicación en el asesinato de Ia anciana. De momento han quedado en libertad con medidas cautelares. Deben presentarse en el juzgado de Arganda del Rey para firmar semanalmente.

Según consta en las diligencias, Belén Noriega -la madre de su hijo H., de diez años- manifestó "que al niño le resultaba sorprendente, conociendo la insolvencia de su padre, que fuera habitual que Arancha siempre estuviera de compras con cosas de marca y que los planes que tienen son siempre ir al centro comercial. El menor le había puntualizado que ella es siempre la que paga. Mientras, el hombre solicita becas y bonos sociales de establecimientos de venta de alimentos. Su exmujer le define como "una persona manipuladora, que utiza a la gente, carente de emociones y recuerda que cuando estaban juntos, recibía constantes llamadas en las que le reclamaban dinero que había estafado".

Gritos y discusiones

La pareja reside en el portal 7 de una urbanización situada en la calle Luis García Berlanga número 1 de la localidad madrileña de Rivas Vaciamadrid. Sus vecinos mantienen que las discusiones entre ellos son frecuentes. "Ella grita mucho", señalan. Una vez uno pudo oir una fuerte discusión en el dormitorio y tres golpes secos. Llamó a los servicios de emergencias por si había había pasado algo. Pero no les constan denuncias por violencia de genero.

En un grupo de Whatssap que tiene la comunidad ya habían criticado el mal trato que recibía Isabel. Después se enteraron de que había fallecido dentro del domicilio. Ahora están consternados al saber que fue envenenada con metales pesados. "Creo que la mujer mayor se quería ir y la propietaria también quería que se marchara, pero como si tuviera que quedarse por algo", señalaba uno de los inquilinos. Escuchaban cómo Isabel se negaba a comer. "Llegaron a sentir angustia", según consta en el sumario. Algunos se habían cruzado con la víctima en el garaje en plena pandemia, durante el verano. Estaba desorientada. Iba en bata y zapatillas de andar por casa, con el neceser en la mano, buscando un servicio donde asearse y hacer sus necesidades. La tenían abandonada, descuidada, sin atender sus necesidades.

Problemas con la custodia de los niños

Montserrat contó a los agentes que Arancha acabó mal con su exmarido porque ella no le dejaba ver al hijo que tienen en común. Belén se ha quedado con la custodia total del hijo de Luis porque su padre y su pareja le agredían fisicamente y psicológicamente. Le hacían comer aislado y no le permitían juntarse con el hijo mayor de la mujer, al que incluso incitaban a pegar al niño cuando se encontraba en la vivienda.

El hijo de Luis llegó a conocer Isabel, causándole una gran impresión el trato que recibía por parte de la pareja. Según le contó a su madre, habían llevado a la anciana a su casa porque "estaba malita y tenían que cuidarla". Pero él observaba que caminaba, hablaba y se movía con total normalidad. Pasados los 15 días vio cómo la víctima estaba postrada en una cama, no se movía y ya no hablaba. Le dijeron que cuando muriera iban a heredar y a comprar un piso en Madrid, al que se mudarían. El menor señaló además que no había higiene en el domicilio, ya que no limpiaban y que no habían orden ni rutina.

Estafas

Después de separarse, Luis comenzó una relación con Mercedes García, quien compró una finca para montar un vivero. Él se encontraba en una precariedad económica patente por lo que la mujer le ayudó a montar una empresa para gestionar sus facturas. Después de año y medio, revisando las cuentas, la mujer se percató de que el actor había realizado movimientos extraños, como cobrarse dos veces un pago. Descubrió que había realizado una apropiación indebida por un valor de unos 470.00 euros. Además, había ido sacando dinero en efectivo de la caja del vivero. En total 130.000 euros. Por si fuera poco, la mujer le había prestado otros 170.000 euros para la entrada de un piso en la capital. El hombre acabó reconociendo la deuda y fijando unos plazos para realizar la devolución.

Asesinato consumado

Los investigadores de Homicidios del instituto armado creen que se trató de un homicidio con alevosía. Arancha y Luis se llevaron a Isabel de su casa de Grado (Asturias) engañada, abusando de su confianza y con sus hijos delante. La anciana había manifestado que no quería volver con ellos porque no la trataban bien, que "le sacaban los cuartos y tenía que estar pagándoles cosas". Era una mujer indefensa y especialmente vulnerable.

"Nos encontramos ante una víctima que sufre delitos en un contexto de intimidad, lo que genera una dificultad añadida de discernir o comunicar los hechos. En muchas ocasiones no cuentan lo acontecido por miedo a represalias, sumado a las condiciones de aislamiento creadas por los autores", concluye en el informe. "Del mismo modo, no se descarta actos preparatorios en los que los supuestos autores originan de forma insistente un historial clínico de enfermedad mental".

La pareja no está casada, pero mantiene una relación sentimental y conviven en el mismo domicilio. Tenían una motivación económica compartida para cometer este crimen y sus actos parecen estar dirigidos a obtener fraudulentamente el patrimonio de la víctima. Ambos serían beneficiarios del expolio econonómico a la fallecida. Indiferentemente de quien lo haya ejecutado materialmente, tienen una responsabilidad solidaria. "Si llego a saber esto hubiera incinerado a mi tía, así nadie se entera y nada de esto hubiera pasado", manifestó a los agentes Arancha cuando la sacaron del calabozo en el que permanecía tras ser detenida, después de autolesionarse.

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