Robos en casas de futbolistas: exponen sus vidas en redes sociales mientras bandas organizadas les vigilan

  • Las cámaras grabaron a tres encapuchados entrando en casa de Daniel Carvajal pero no se llevaron nada

  • Pierre-Emerick Aubameyang se recupera la lesión en la mandíbula tras el asalto a su chalet

  • Grupos organizados planifican minuciosamente estos asaltos, con preparación militar y por 'oleadas'

Tres encapuchados entraron en el chalet del jugador del Real Madrid, Daniel Carvajal, en la localidad madrileña de Boadilla del Monte, la madrugada del lunes. Solo estaba dentro el personal de servicio. Las cámaras de seguridad grabaron a los intrusos, con herramientas en las manos. La empresa avisó al futbolista, que avisó a los empleados para que se encerraran en el chalet. No llegaron a robar nada. La Guardia Civil investiga lo ocurrido para dar con los autores.

Justo hace una semana, otra banda irrumpió en el chalet del delantero del FC Barcelona Pierre-Emerick Aubameyang en Castelldefels (Tarragona). Ahora se recupera de las lesiones que le causaron. Durante una hora cuatro individuos le retuvieron con su familia, a punta de pistola, y le golpearon en la mandíbula con una barra de metal para obligarle a abrir la caja fuerte y que les entregase las joyas y el dinero. No podrá jugar durante un mes. Es la segunda vez que roban en casa del ghanés, de 33 años. Antes del verano ya desvalijaron su domicilio, pero no había nadie. En esta ocasión además estaba presente  el jugador del Terrassa, Babanzila Meshak.

Estos golpes se suman a una gran lista de futbolistas que han sido víctimas de robos en sus viviendas en España: Gerard Piqué, Karim Benzemá, Álvaro Morata, Casemiro, Jordi Alba, Isco Alarcón o Ansu Fati. En julio entraron en la villa de Ibiza del exfutbolista del Real Madrid Ronaldo Nazário, aunque el perjudicado fue el centrocampista italiano del Paris Saint Germain Marco Verratt, a quien se la había prestado. Se llevaron joyas valoradas en unos tres millones de euros y 10.000 euros en efectivo.

Vida pública

Es fácil conocer los horarios y hábitos de estos jugadores. Sus vidas son públicas, a través de los medios de comunicación y de las redes sociales. Cristiano Ronaldo hace directos casi todas las tardes en la plataforma Tik Tok. Durante horas muestra su casa, a su familia y hace partícipes a sus hijos.

Además se puede saber cuándo va a los entrenamientos o a los partidos, sale de compras o pasa unos días fuera. Lleva una vida llena de excesos y presume de ello. El portugués fue víctima de un robo en su casa de Funchal (Madeira) en el año 2020.

Es una de las razones por las que se convierten en un blanco fácil para estas organizaciones. Residen en lujosas urbanizaciones con vigilantes de seguridad privados, aunque no contratan a personal específicamente para velar por sus domicilios ni observar constantemente lo que ocurre. Instalan cámaras de seguridad y alarmas de última tecnología, derivando la responsabilidad en las empresas, sin poder anticiparse y avisar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad si ven que alguien merodea por el perímetro de la parcela u observan algo extraño.

La mayoría de las veces estos delincuentes actúan cuando no hay nadie dentro o solo están los empleados. Si se encuentran con sus víctimas emplean una gran violencia. Suelen ir encapuchados, vestidos de negro o con ropa militar. Les intimidan con armas de fuego y desvalijan la casa sin importarles las consecuencias. Saben que estas personas no van a poner resistencia y que prefieren que les roben a que les hagan daño.

Aubameyang y su mujer Alysha también publican fotografías en sus redes sociales en las que se ve su lujosa mansión, con una piscina y un ático frente al mar, coches de lujo, viajes en avión privado, fiestas, celebraciones o salidas con sus hijos, unas imágenes demasiado 'golosas'.

Otros golpes

En junio de 2018, una banda se coló en casa de Gerard Piqué y Shakira en Esplugues de Llobregat. El jugador estaba concentrado con la Selección y debía jugar a Rusia para jugar el mundial. La cantante, de gira en Alemania. En la vivienda sí que estaban los padres de la colombiana. Ocurrió de madrugada y no se dieron cuenta hasta la mañana siguiente. Se llevaron joyas y una colección de relojes del defensa barcelonés.

En casa de su compañero, Jordi Alba entraron cinco meses después, en noviembre de 2018. El FC Barcelona estaba en Milán para enfrentarse al Inter. Se colaron en el jardín por el jardín a la casa que el futbolista azulgrana tiene en el barrio barcelonés de La Bonanova, rompieron una persiana y accedieron a la segunda planta. Su familia estaba en la parte de abajo. Forzaron la caja fuerte y revolvieron varios cajones. Tampoco se enteraron.

Karim Benzemá ha sido víctima de varios robos. En febrero de 2019, mientras disputaba un Clásico frente al Barcelona en el Bernabéu. Después en enero de 2022 cuando jugaba contra el Elche. En ninguno había nadie en la casa del francés, en la localidad madrileña de San Sebastián de los Reyes.

El entrenador del Real Madrid, Zinedine Zidane estaba de vacaciones cuando robaron en su casa. Casemiro disputaba un derbi con el Atleti y salió corriendo del campo al enterarse de que unos ladrones habían entrado en su domicilio, donde se encontraban su mujer y su hija.

A Álvaro Morata le robaron en su domicilio de la localidad madrileña de Mirasierra cuando disputaba un encuentro con la Selección. Dentro estaban su mujer, Alice Campello y sus dos hijos mayores.

A los jugadores del Betis, Joaquín Sánchez y William Calvalho les robaron simultáneamente en el año 2019 mientras jugaban contra el Sevilla. Isco Álarcón y Lucas Vázquez también fueron víctimas de robos en sus casas, en la capital hispalense. Ninguno de ellos estaba en sus domicilios cuando ocurrieron los hechos.

Seguridad

Los jugadores están instalando medidas para poner a salvo a sus familias: perros, cámaras de seguridad, alarmas e incluso habitaciones del pánico, entre otras. Pero estas bandas criminales planifican de antemano perfectamente los golpes. Suelen actuar de forma itinerante, por eso suelen producirse 'por oleadas'.

Muchos proceden de Europa del Este y cuentan con entrenamiento militar, aunque también han desarticulado grupos de rumanos y españoles. Se dividen las tareas. Son metódicos y organizados. Unos se encargan específicamente de realizar vigilancias en las urbanizaciones para seleccionar los objetivos, determinar cómo entrar en las viviendas y después darse a la fuga.

Otros estudian las medidas de seguridad con las que cuentan estas lujosas mansiones. No solo entran en casas de futbolistas. También en las de otros famosos y grandes empresarios. Además hay quienes se encargan de preparar la logística: alojamiento para los asaltantes y coches de gran potencia. La mayoría suelen ser robados o alquilados. Les cambian las matrículas y desactivan los sistemas de GPS para no dejar rastro.

Analizan los movimientos de sus víctimas y observan sus redes sociales. Algunos grupos se intercambian a sus miembros o los recursos de los que disponen. Su principal objetivo es robar con sigilo para evitar ser descubiertos y no hacer daño a las personas para que, en caso de ser descubiertos, las penas sean las mínimas. Una vez que se hacen con el botín cuentan con receptadores, a los que 'colocan' la mercancía. Cogen el dinero y regresan a su país, donde se quedan hasta que se lo gastan y entonces empiezan de nuevo.

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