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Una mujer ha sido estafada tras contratar el servicio de unos obreros para que reformara su casa en Covelo, Pontevedra. Los estafadores le destrozaron la casa y desaparecieron tras cobrar un tercio del presupuesto por adelantado.
Ana María Alonso había heredado de sus padres una casa en Covelo, Pontevedra, a principios de este año. Su intención era remodelar las cosas básicas para poder disfrutar de la casa en verano y algún fin de semana. “Únicamente queríamos renovarle el techo, que era de madera y estaba carcomido, y hacerle algunas mejoras que eran necesarias”, por lo que decidió publicar un anuncio en redes sociales con la intención de encontrar alguna empresa que llevara a cabo su reforma.
Según informa Nius Diario, la empresa que le acabaría estafando contactó con ella a través de la publicación y le ofrecieron un presupuesto, sin embargo, Ana María con toda precaución, no solo contrastó las ofertas en base a la que mejores condiciones le ofrecía, sino que además quiso visitar las obras que la empresa tenía en marcha. “Fui a una reforma que hacía en O Porriño y me encontré que el inquilino era un compañero mío de trabajo. Me dijo que el dueño de la casa era quien los contrató y que también era una persona que miraba bien a quién contrataba”. Por lo que la mujer pudo observar, la obra y los constructores le transmitieron confianza ya que, además, le ofrecieron diseños de planos 3D precisos de como quedaría la casa y le mostraron fotos de obras anteriores finalizadas. En marzo firmó el contrato, que incluía el cambio de tejado y suelo además de nuevas instalaciones de electricidad y fontanería, por 32.000 euros.
Al firmar el contrato, Ana María entregó 4.800 euros y los obreros comenzaron la obra. Un mes después recibió un mensaje del constructor donde pedía 4.000 euros para materiales y quince días después, le indicó que tenía que recoger la caldera y los radiadores por lo que la mujer tuvo que enviarles otros 1.300 euros.
La obra avanzaba a un ritmo lento. “Pensaba que estaban acabando otras obras para empezar después en serio con la mía”, asegura. Pero al final solo quedaron escombros. “Pagué 10.100 euros para que me arreglaran la casa, pero me la han tirado. Perdí mi dinero, pero el daño emocional es aún peor. Estoy pagando un seguro de hogar por cuatro paredes”.
La mujer acababa de decirle a los constructores que no iba a darles más dinero hasta que no viera un mínimo avance en la obra cuando recibió una llamada de su compañero de O Porriño donde le advertía: “Ten cuidado con esos obreros. Son unos estafadores. Se han ido sin terminar la obra”. Según informa La Voz de Galicia, el constructor le envió una foto con la mano llena de tiritas asumiendo que no podía trabajar, por lo que Ana decidió presentarse en su casa. Allí le recibió la mujer diciendo que se había ido, por lo que la estafada no se lo pensó más y acudió al cuartel de la Guardia Civil.
Tras indagar más, Ana María ha llegado a la conclusión de que no es la única afectada. “Hay por lo menos otras cuatro personas afectadas en la provincia de Pontevedra y antes habían actuado en Ourense”, afirma. Por ese motivo ha decidido hacer su caso público para advertir a posibles futuras víctimas de estafa.