Las declaraciones de la presunta víctima de Dani Alves: “Recuerdo decirle ‘no puedo, me tengo que ir, no quiero’”

El programa de Cuatro, ‘En boca de todos’, ha tenido acceso en exclusiva a las declaraciones de la presunta víctima de Dani Alves, quien permanece en prisión desde hace cuatro meses tras acusarle de haberla violado en la discoteca Sutton de Barcelona en la noche del 30 al 31 de diciembre de 2022.

En su testimonio, recogido con declaraciones íntegras por el programa, relata tanto los momentos previos a la agresión como lo que sucedió en los 17 minutos siguientes en el baño del local con el exjugador del Barça.

“Se me acercó y me dijo: ¿Es que no sabes quién soy? Y yo: ‘no’. Me dijo: ‘Me llamo Dani, juego a la petanca en Hospitalet'. Recuerdo que me cogió la mano y me la puso como en su parte baja. Me volvió a decir que nos fuéramos. Yo dije que no. Empecé a tener muchísimo miedo y pensé: ‘¿Y si me pone algo en la bebida? ¿Y si le hace algo a mi amiga?’ Pensé de todo en muy poco rato", cuenta en sus declaraciones.

“Él me hizo como un gesto y fue cuando le dije a mi prima: ‘No sé si voy’. Y me dijo, 'bueno, pues no pasa nada, y me hizo el gesto de vete y ya está'”. “Yo en ningún momento sabía donde estaba yendo. Yo recuerdo dirigirme donde estaba él”, expresa.

“En este momento dije: ‘seguro que es o una puerta hacia la calle o es una sala VIP o es otra zona de discoteca’. Él abrió la puerta, recuerdo, y yo entré, y cuando entré vi donde me estaba metiendo. Vi que era un lavabo diminuto, era muy muy enano. Solo tenía un retrete y para lavarte las manos. Allí yo ya creo que, en este momento, empezó mi shock. No entendía nada, hice como para girarme y él ya había cerrado la puerta. No sé si le puso seguro”, relata explicando lo que, según denuncia, fueron los momentos previos a la agresión sexual.

La presunta víctima de Dani Alves relata la violación en el baño de la discoteca             

Una vez allí, en el interior de ese baño diminuto, en sus declaraciones ante la jueza expresa, con todo detalle, cómo se produjo la presunta violación:

“Recuerdo que me levantó el vestido y me hizo sentarme encima de él. Recuerdo decirle ‘no puedo, no puedo, me tengo que ir, no quiero’, y él me empezó a decir muchísimas cosas. Cuando posteriormente me puso en el suelo yo recuerdo quedarme en shock, no sabía qué hacer allí. Sé que no solo me cogió del pelo y me hizo como ponerme de rodillas delante de él. En ese momento vi un tatuaje. Como de arco. Dije: ‘Este tío me va a hacer mucho daño’. Entré en este momento. Tuve mucho miedo. La cara, el tatuaje… y hasta día de hoy son escenas que me vienen mucho”, expresa.

La versión de su prima y sus amigas coincide

La joven no estaba sola. Una amiga y su prima, que le acompañaban, relatan lo sucedido exponiendo la misma versión ante la jueza.

Palabra por palabra, cuentan lo que sucedió aquella noche: “Unos chicos mejicanos nos invitan a la zona vip. Un camarero nos preguntó si queríamos ir a otra mesa, que nos invitaban a cava. Nos apeteció. Había dos chicos y ninguna sabíamos quiénes eran. Eran Bruno y Dani Alves”.

“Yo saludo a Dani Alves. En el momento en que me acerco a darle dos besos, me agarra de manera bastante babosa, me coge la cara y me acaricia como el pelo. Me empieza a tocar la espalda y me parece que baja hasta el culo”, cuenta una amiga.

“Sí que es verdad que nos bailaba: tocó mis partes íntimas mientras bailábamos”, afirma la prima de la presunta víctima.

“Ellos estuvieron hablando y bailando. Ella me dijo que le estaba insistiendo en irse, que ella decía dónde y él no respondía. Mi prima fue voluntariamente. Ella creía que iban a hablar y yo le dije: ‘ve y zanja el asunto. Le hice el gesto con la mano. Pasaron 15 o 20 minutos. Dani volvió primero. Ella tenía mala cara”, cuenta.

La amiga, por su parte, que durante un rato les perdió de vista, resume: “Yo estaba en el baño. Su prima me dice que nos teníamos que ir. Intuyo algo raro y subo corriendo. Me la encuentro en el ropero llorando. Me dice que le ha hecho mucho daño, que se había corrido dentro, que se quería ir. Nos dijeron que había que activar el protocolo. Ella no quería denunciar, me salió llorar con ella. Llegaron los Mossos, y ahí se activó el protocolo”.