El tremendo engaño que sufrió Máximo de su cuidadora: le robó 45.000 euros y le dejó en un estado de insalubridad

Máximo tiene 68 años y una discapacidad del 81%. Al parecer, su cuidadora se aprovechó de su vulnerabilidad para aprovecharse de él: se fue de viajes con su dinero, le dejó en condiciones insalubres y hasta se dio de baja de la Seguridad Social para cobrar dinero en negro.

En 'TardeAR' hemos entrevistado a su sobrina Antonia para saber qué hay detrás de todo esto. Según nos cuenta, tras un año sin visitarlo se encontraron a su tío en un estado deplorable. "El olor venía de que tenían unos hongos infectados por falta de limpieza", dice. Además, tenía "las uñas y los pelos largos de meses", y la enfermera le dijo que "estaba en riesgo biológico y muy bajo de defensas".

La falsa cuidadora le demandó pidiéndole 41 mil euros tras cobrar en negro

Antonia asegura también que la falsa cuidadora se fue de vacaciones a Ecuador con la tarjeta de Máximo y que incluso le ha demandado. "Le denunció porque se dio de baja de la seguridad social y le pide 41.000 euros por despido improcedente", cuenta. Pero la sorpresa para la familia del anciano viene después de que encuentren que también les ha robado dinero esta mujer.

"En la cartilla tenía 450 euros porque esta señora le vendía los fondos por internet", relata.

Las duras declaraciones de la falsa cuidadora

Sin embargo, en este programa hemos hablado también con la mujer en cuestión para saber si piensa igual que Antonia. La falsa cuidadora no ha querido salir en televisión, pero ha contado a 'TardeAR' que nada de lo que cuentan es verdad y que incluso es su familia la que solamente busca "la herencia" de Máximo. "Yo compraba para él ropa y zapatos y la familia es la que quiere herencia. Nunca se dieron cuenta del estado del familiar", confiesa.

"Yo soy la mala y yo soy la que estuve 7 años viviendo en las buenas y en las malas con él", dice indignada.

Antonia ha reaccionado a las palabras de la falsa cuidadora. "Que se celebre el juicio y aporto pruebas", apunta.

"Se llevó la tarjeta a Ecuador y compró un reloj de señora, un sillón de masaje donde no cabía mi tío, compras de libros de enciclopedia, cacerolas y compras de supermercado de 48 yogures, horquillas para el pelo, 7 kilos de pollo y 48 kg de arroz", concluye.