Trabajar teniendo síndrome de Asperger: "Si me lo hubiesen detectado antes me habría ahorrado conflictos"

Trabajar teniendo Asperger
A Eva García Socias le diagnosticaron TEA hace apenas un año
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El síndrome de Asperger define al autismo cuando no se acompaña de discapacidad intelectual ni de dificultades significativas de lenguaje en sus aspectos formales. Quizá por eso a muchas personas les cuesta más ser diagnosticadas. Y quizá también por esa razón las personas con TEA tienen muchas dificultades para encontrar trabajo y mantenerlo. El síndrome de Asperger forma parte del TEA (trastorno del espectro del autismo) y presenta dificultades en la comunicación social y en la flexibilidad de pensamiento y comportamiento. Sin embargo, tienen un lenguaje fluido y una capacidad intelectual media e incluso superior a la del resto de la población. 

Esta es una de las razones por las que, para un TEA de nivel 1, un entorno laboral es de por sí todo un desafío. El estrés y los ambientes tóxicos que acostumbran a formar parte del día a día de muchos trabajadores se pueden llegar a convertir en un problema cuando hablamos de una persona con Asperger. 

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Según los datos aportados por la Confederación Española de Asperger (CONFAE) para el Día Internacional del Síndrome de Asperger, que se celebra el 18 de febrero, el 84% de las personas Asperger están desempleadas, a pesar de tener formación media y superior. Tal y como señalan, el colectivo presenta escandalosos índices de acoso escolar, incomprensión en el ámbito laboral y un alarmante índice de suicidios.

“A pesar de su capacidad intelectual promedio o superior, las personas Asperger necesitan apoyos específicos para su inclusión social y laboral. Sin embargo, las leyes actuales no contemplan un cupo de reserva específico para este tipo de discapacidad en el acceso al empleo público, marginando a personas con excelentes capacidades intelectuales pero con significativas dificultades para alcanzar su autonomía personal. Estas limitaciones en la autonomía vienen no sólo por sus problemas de acceso inicial, si no en el mantenimiento del puesto de trabajo, ya que la incomprensión del entorno hace que frecuentemente sean víctimas de mobbing o acoso laboral, lo que deriva en grandes dosis de frustración que pueden comprometer, aún más, su salud mental”, explican desde la Confederación.

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Si tuviéramos esa discapacidad reconocida tendríamos más fuerza para reclamar derechos en el trabajo

Una petición al Senado

Por eso, este 18 de febrero, el presidente de la CONFAE, Rafael Jorreto Lloves, y la Secretaria de la Junta Directiva y persona con Asperger, Eva García Socias, presentarán en el Senado una propuesta para mejorar en los próximos años la situación de este colectivo, pidiendo que se les aplique la discapacidad psicosocial, porque como señalan a la web de Informativos Telecinco, esto ayudaría a mejorar la calidad de los entornos laborales adaptándolos a sus necesidades. 

"Yo tengo diagnóstico de TEA desde hace un año. Si lo hubiera tenido antes me habría evitado algunos conflictos en el trabajo. Ahora, por ejemplo, en mi empresa entienden algunas situaciones que he podido crear. Mi supervisor es un mediador a quien le explico todo lo que puede generar conflictos y me guía. También he conseguido una adaptación laboral, uno de los apegos del TEA es que no nos gusta que nos toquen las cosas o nos las desordenen. A mi para trabajar me han dado un lugar y un material que solo es para mí”, explica Eva García, la secretaria de la CONFAE a Informativos Telecinco. 

Eva es ahora estatutaria en el IB-SALUT de Mallorca y se considera una afortunada porque es funcionaria, pero le ha costado mucho esfuerzo sacar la oposición. Trabajó en una residencia privada antes de llegar aquí y sentía incomprensión por parte de sus compañeras, aunque todo cambió cuando fue diagnosticada de TEA de nivel 1 hace un año. Ahora siente que le entienden mejor en su trabajo y que tiene más tranquilidad para trabajar. “Yo tengo la suerte de poder haber sacado una oposición, pero mucha gente no tiene la misma suerte. Si tuviéramos esa discapacidad reconocida o, al menos nos dieran el 33%, sí tendríamos más fuerza para reclamar esos derechos en el trabajo”. 

Somos estrictos en el trabajo. Somos productivos y disciplinados

¿Qué dificultades puede tener una persona con Asperger en el trabajo? 

El síndrome de Asperger implica que quienes lo padecen experimenten hipersensibilidad sensorial, déficits de coordinación y motricidad, y dificultades en la interpretación de señales sociales y comunicativas, lo que las hace vulnerables al engaño y abuso.

La discapacidad psicosocial en personas Asperger se refiere a dificultades en el funcionamiento emocional, social y sensorial, afectando su capacidad para interpretar expresiones faciales, lenguaje no verbal y normas sociales sutiles. Estas dificultades generan niveles altos de tensión emocional, ansiedad y sufrimiento, impactando negativamente en su bienestar y calidad de vida. Es por esa razón que en las empresas no se entiende bien a estas personas, que habitualmente se aíslan y no participan. Una vez acceden al mercado laboral, les cuesta mucho hacer las entrevistas porque no entienden bien las preguntas, mucho más si son ambiguas; y una vez han accedido al trabajo, tienen que lidiar con estructuras que a menudo no comprenden. “Por ejemplo, no entendemos bien lo que nos dicen los compañeros, según qué instrucciones tampoco las entendemos; nos tienen que dar la información muy organizada. Además, España es un país social, un Asperger no entiende bien las normas sociales, muchas veces no encajamos en el grupo de compañeros porque no hablamos, estamos más retraídos o no formamos parte del equipo a nivel social”, añade Eva. 

Desde la CONFAE precisamente trabajan esta parte: las habilidades sociales. “Realizamos terapias psicológicas para aprender las habilidades sociales de las que carecemos: entender que hay una jerarquía social en las empresas, la gestión emocional, como no podemos modular la voz, porque hablamos muy alto o muy bajo, también nos enseñan, etc.”. 

A las habilidades psicosociales se añade una hipersensibilidad hacia el ruido o la luz. Como dice Eva, nunca se debería sentar a una persona con TEA al lado de un ventilador en una oficina. Para trabajar necesitan entornos donde todo esté acordado de antemano y se tengan en cuenta sus necesidades. 

En contrapartida, el TEA de nivel 1 tiene algunas ventajas para las empresas, ya que son colectivos que suelen ser muy eficientes cuando tienen claras sus tareas. “Una persona con TEA, desde mi experiencia laboral, como tenemos esa rigidez con las normas, no llegaremos nunca tarde al trabajo, no haremos horas extra, pero sí terminaremos el trabajo cuando toca, y no nos hará falta más tiempo. Tampoco me iré antes… Somos estrictos en el trabajo. Somos productivos y disciplinados”.

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