Cárcel

La vida en prisión de ‘El Malaguita’, asesino de Sandra Palo: casado, con un comportamiento “ejemplar” y pendiente del tercer grado

Francisco Javier Astorga Luque, apodado 'El Malaguita', en una imagen de archivo
Francisco Javier Astorga Luque, apodado 'El Malaguita', en una imagen de archivoEfe
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El atroz crimen de Sandra Palo, hace ya más de 22 años, conmocionó a todo el país. Cuatro jóvenes, tres de ellos, menores de edad, la violaron, la atropellaron varias veces y, aún con vida, la rociaron con gasolina y la quemaron. 'El Malaguita', el único mayor de edad en ese momento, fue condenado a 64 años de prisión, aunque cumplirá un máximo de 30. En los 22 que lleva, su comportamiento ha sido “ejemplar”, ha disfrutado de más de una veintena de permisos y ahora ha solicitado el tercer grado, según su abogada. La madre de Sandra Palo, María del Mar Bermúdez, no cree en su reinserción y denuncia que no recuerden a las víctimas.

Francisco Javier Astorga Luque, apodado 'El Malaguita', fue condenado a 64 años de prisión por tres delitos de violación y uno de asesinato con los agravantes de alevosía y ensañamiento por el crimen de Sandra Palo.

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La joven desapareció la madrugada del 17 de mayo de 2023 cuando regresaba de tomar algo con unos compañeros de un taller ocupacional al que solía acudir y horas después un camionero encontró su cuerpo carbonizado en una cuneta junto a una empresa de rótulos en Leganés. Horas antes, cuando Sandra esperaba el autobús con otro joven, fue obligada por 'El Malaguita', 'Ramón', 'Ramoncín' y 'El Rafita' a subirse a su coche para trasladarla a un descampado donde la violaron y atropellaron hasta siete veces, y aún con vida, la rociaron con gasolina y la quemaron.

La vida de 'El Malaguita' en prisión

De los cuatro, Francisco Javier Astorga Luque, con 18 años, era el único mayor de edad, por lo que fue quien ingresó en prisión, donde aún cumple condena. La mayor parte de la pena la ha cumplido en la cárcel de Herrera de la Mancha, en Ciudad Real, donde se encuentran otros presos como Miguel Carcaño, José Bretón, Patrick Nogueira o Tony King.

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Sin embargo, desde hace un año se encuentra en la prisión de Jaén. Allí está en segundo grado penitenciario y desde que cumplió la cuarta parte de la condena comenzó a solicitar permisos ordinarios.

Además, también disfruta de permisos extraordinarios, excursiones y visitas culturales con otros presos que pueden acceder a ellos solo si tienen buen comportamiento.

Precisamente, durante uno de estos permisos conoció a la que ahora es su mujer, la única que le visita en la cárcel, además de su abogada, según publica el diario ‘ABC’.

En este sentido, su abogada destaca que ‘El Malaguita’ es otro. Tiene un comportamiento ejemplar”, es el encargado del taller de focos de coches que tienen montado, ha estudiado Primaria, muestra arrepentimiento y está pagando la responsabilidad civil a la que fue condenado.

Así, ha solicitado el tercer grado con el que los presos se preparan para retomar su vida en sociedad. Tienen más salidas, móviles y acceso a ordenador, según publica ‘El Ideal’. No obstante, está a la espera de su resolución. De hecho, es la enésima vez que lo pide y hasta ahora el fiscal siempre se lo ha denegado.

La madre de Sandra Palo no cree en su reinserción

La madre de Sandra Palo expresa su “rabia” por la nueva vida de ‘El Malaguita’ y no cree en su reinserción. “Tengo mucha rabia. Hace un año que está en la cárcel de Jaén y encima se ha casado... ¡Cómo se puede reinsertar un salvaje como este” expresa en declaraciones a ABC, poniendo de ejemplo al ‘Rafita’, a ‘Ramón’ y a ‘Ramoncín’.

Ramón Santiago Jiménez (‘Ramón’) y José Ramón Manzano Manzano (‘Ramoncín’), que tenían 17 años en el momento del crimen, fueron penados a cumplir ocho años de internamiento y cinco bajo libertad vigilada. Mientras que Rafael García Fernández 'El Rafita', que tenía 14, cumplió cuatro años de condenado en un centro de internamiento. Todos ellos han vuelto a delinquir.

Desde la muerte de su hija, María del Mar Bermúdez emprendió una lucha por lograr la modificación penal de la Ley que regula la responsabilidad penal de los menores. Su batalla la llevó hasta Estrasburgo junto a su marido para solicitar el endurecimiento de las penas a los menores a nivel europeo.

En 2008, solicitó ante el Parlamento europeo que los menores que hubieran cometido delitos muy graves pasaran a la cárcel al cumplir los 18 años, una cuestión que entonces fue admitida a trámite por el Parlamento Europeo.

Los padres de la joven fallecida han organizado numerosas manifestaciones para reclamar estas medidas y han organizado recogida de firmas para instar estos cambios legislativos. De hecho, llegaron a entregar más de un millón de firmas ante el Congreso.