Las montañas como destino turístico: La cara b de esta masificación que pone en peligro los ecosistemas y la vida de los inexpertos

La masificación del Everest ha llenado la montaña de basura.. Reuters archivo
  • La masificación del turismo de montaña amenaza los delicados ecosistemas, pero también pone en riesgo la vida de miles de aficionados sin preparación que las visitan

  • En los Alpes italianos aumentan las muertes por la masificación de excursiones de personas sin preparación

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El Monte Fuji, en Japón, el Everest, en Nepal o los Alpes italianos son destinos turísticos en alza. Cada año miles de personas son atraídas por las fotos perfectas que se comparten en las redes sociales provocando una avalancha, pero de gente que amenaza con masificar las montañas poniendo en peligro los delicados ecosistemas de estos parajes, pero también la vida de personas, que sin formación ni capacidades, se lanzan a estas aventuras. La cara b no tan bonita.

El fenómeno de las redes ha reforzado el postureo de montañas con imágenes que atraen a los turistas por las maravillas que proponen en lugares con ambientes mágicos y naturales. Fotos de amaneceres espectaculares o impresionantes nevadas funcionan como un imán que ha convertido las montañas en el 'oscuro' objeto del deseo de miles de personas que sueñan con llegar a estas cumbres para tener también su foto.

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Luego 'in situ', la realidad es bien distinta: colas de montañistas que esperan para subir el Fuji por la noche, entre empujones y peligrosas caídas, pero sobre todo, menos encanto del que prometían las fotos.

En el Everest, la historia se repite y la masificación está llevando al límite a sus laderas, que acumulan basuras y resto que los miles de visitantes dejan a su paso cada año. Las imágenes reflejan un panorama que se asemeja más a Benidorm en plena temporada que a un idílico escenario de montaña.

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En los Alpes italianos aumentan las muertes por la masificación de excursiones de personas sin preparación

En Italia, es donde más han notado esta masificación con la proliferación de imágenes de los Dolomitas en los Alpes italianos inundan las redes sociales con las trágicas consecuencias de este fenómeno que llena de aficionados la montaña.

Vivos colores, rodeados de naturaleza, espectaculares picos y una sensación de paz, sí, pero también peligros porque la mayoría de los visitantes no están preparados para escalar una montaña. En poco más de un mes han muerto 83 personas en los Alpes italianos, la mayor parte de ellos la eran senderistas que sufrían una caída.

En España, los datos no son tan alarmante, pero amenazan con llegar a serlo. Las imprudencias de estos montañeros sin preparación van en aumento provocando el desgate de los equipos de salvamente y rescate: en el último fin de semana, la Guardia Civil ha tenido que rescatar a 19 personas en distintos puntos del país.