Incendio en Las Médulas: vecinos denuncian el abandono en un Patrimonio de la Humanidad
Los vecinos denuncian que el paraje de Las Médulas carece de la seguridad y prevención necesarias para afrontar este tipo de emergencias
El incendio en Las Médulas, León, mejora: el 80% del perímetro está controlado
Uno de los casos que requerirá mayor inversión tras los recientes incendios es el de Las Médulas, un paraje de altísimo valor ecológico que tardará años en recuperarse. Los vecinos denuncian la falta de prevención y el abandono de esta zona de León.
El incendio obligó a evacuar el pueblo y, aunque la mayoría de residentes acataron la orden, algunos permanecieron para intentar proteger sus viviendas. La decisión, tomada por miedo a perder sus hogares, permitió salvar algunas casas, aunque supuso desobedecer las instrucciones de los agentes.
La mejora de las condiciones y el trabajo de los medios de extinción han permitido que los vecinos de cuatro de las cinco localidades desalojadas (Yeres, Las Médulas, Orellán y Carucedo) ya hayan podido regresar a sus hogares. Los residentes de Borrenes y Chana, que permanecían confinados, también han podido salir. La única localidad que sigue desalojada es Voces.
Denuncian que no se haya contado con una estrategia adecuada para proteger el lugar
Hoy, los vecinos han podido regresar a sus viviendas, pero el golpe emocional es enorme. Lamentan que la Junta no haya contado con una estrategia adecuada para proteger un lugar de tal relevancia, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO.
Aunque muchas viviendas se han salvado de las llamas a escasos metros, cinco casas en Las Médulas han resultado completamente calcinadas, junto a construcciones auxiliares, gallineros y naves de almacenaje. Los daños materiales son cuantiosos, aunque no se han registrado víctimas mortales ni heridos.
El fuego, que todavía no está controlado, deja una tragedia medioambiental y abre el debate sobre la necesidad de revisar los protocolos de actuación. Expertos insisten en que un enclave de esta magnitud exige un esfuerzo de protección y gestión muy superior al que se ha venido aplicando en los últimos años.