Una pastora dio la voz de alarma para salvar a la pareja de madrileños alcanzada por un rayo en Francia: "La gente muere al instante o se libra por muy poco"

El aviso de una pastora permitió rescatar a tiempo a dos senderistas madrileños heridos por un rayo en los Pirineos franceses. Europa Press
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"Es poco común. Cuando ocurre, la gente muere instantáneamente o se libra de muy poco". Son las palabras de preocupación del portavoz de la Gendarmería de Alta Montaña (PGHM) al referirse sobre el grave accidente sufrido por una pareja madrileña de unos sesenta años que el lunes por la tarde fue alcanzada por un rayo mientras hacía senderismo en los Altos Pirineos franceses, muy cerca de la frontera con España, en la zona de Aragnouet.

El hombre y la mujer caminaban por el conocido como ballon de la Gelà, un valle abierto con laderas pronunciadas que, según la PGHM, no presentaba las condiciones habituales de una tormenta, lo que hace aún más inesperado el accidente. Lo que pudo haber sido una tragedia fatal tuvo un desenlace esperanzador gracias a la rápida reacción de una pastora que se encontraba en las proximidades. Al ver lo ocurrido, ella no dudó ni un segundo en dar la alarma, activando así el rescate que podría salvar sus vidas, destaca 'Le Parisien'.

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La mujer madrileña, que recibió el impacto directo del rayo, se encuentra en estado gravísimo y fue trasladada primero al hospital de Tarbes, para luego ser evacuada de urgencia a Toulouse ante la gravedad de su cuadro. El hombre, también herido, permanece hospitalizado en estado grave.

La Gendarmería asegura que la pareja de madrileños no cometió imprudencias

Ambos, según explicó la Gendarmería, no cometieron imprudencias; caminaban con precaución, sin objetos metálicos y alejados de zonas elevadas o árboles aislados, lugares donde el riesgo es mayor.

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El accidente, ocurrido en un entorno donde no se esperaba tal tormenta, recuerda que la naturaleza puede ser imprevisible y que, a pesar de las precauciones, el peligro siempre está presente. Pero también pone en valor la solidaridad y el instinto humano: la pastora que vio la escena, lejos de permanecer indiferente, fue la clave para que la ayuda llegara a tiempo.

En medio de la montaña, donde cada minuto cuenta, su acción fue un acto sencillo pero vital, que hoy mantiene con vida a esta pareja. En palabras del PGHM, los accidentes por rayos son raros, pero cuando suceden, pueden ser fulminantes. La naturaleza merece respeto, mientras que la rapidez y humanidad en la respuesta puede marcar la diferencia.