Dos pueblos de Castilla-La Mancha, incomunicados desde marzo: el puente que les unía se derrumbó por las lluvias
Dos pueblos de Castilla-La Mancha denuncian que siguen incomunicados después de que el puente que les unía se derrumbase en marzo por las fuertes lluvias
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En marzo, hubo otra borrasca que dejó muchas lluvias en zonas como Castilla- La Mancha. Algunos pueblos todavía no se han terminado de recuperar de las graves consecuencias que dejaron las intensas tormentas. Hace seis meses que llegaban imágenes de puentes derrumbados y de grandes riadas que anegaban los caminos de muchas localidades. Es el caso de dos pequeños pueblos de Guadalajara. Las lluvias derrumbaron su punto de conexión, un puente que aún no ha sido reconstruido.
Aunque cuentan con muy pocos habitantes, concretamente 50 personas en cada uno de ellos, el camino que les unía era fundamental para la circulación. No aguantó ese puente, pero sí que lo hizo un viaducto que tiene nada más y nada menos que 300 años, una estructura considerada ya como histórica.
Hace seis meses que comenzó la historia de dos pueblos abandonados tras la destrucción de una de las carreteras que conectaba las dos poblaciones. Fidel Paredes, alcalde de Villares de Jadraque y Miguel Ánguel Moreno, alcalde de Zarzuela de Jadraque, tratan de solucionar este problema que tiene graves consecuencias para los vecinos de ambos pueblos. Muchos de ellos siguen concentrándose en las plazas pidiendo que se arregle el puente lo antes posible.
Los alcaldes no han recibido ayudas para el arreglo del puente
"La destrucción del puente nos ha traído tres problemas: uno de comunicación, el otro de seguridad y el otro de servicios", dice uno de ellos. Porque resulta muy difícil para ellos y para el resto del mundo poder acceder a estas zonas con los restos del puente aún en el suelo. Uno de estas consecuencias se siente en las neveras de los vecinos. Para los tenderos ambulantes, tener que hacer un esfuerzo casi extraordinario para poder entrar en estos dos pueblos, no es rentable.
Existe una opción que permite llegar a los dos pueblos: recorrer más de 40 kilómetros por carretera, cuando con el puente apenas tardaban menos de 10 minutos. Las quejas de los vecinos no paran, ya que la situación cada vez es peor porque los vendedores no quieren acceder a ellos por falta de rentabilidad. "No lo han declarado como zona catastrófica todavía. Pedimos un puente al Ministerio de Defensa", afirma Fidel. "No somos relevantes, entre los dos pueblos sumamos 100 votos", añade el otro alcalde.
Entre los dos, intentan llegar a una solución lo antes posible. Pero siguen con miedo a que otra catástrofe les vuelva a complicar la vida, como puede ser un incendio u otro episodio tan fuerte de lluvias. Ahora, sin el puente, la evacuación sería mucho más difícil.