'El programa de Ana Rosa' acompaña al GOIT, grupo policial especializado en las operaciones más arriesgadas, a la Cañada Real

Así ha sido la arriesgada operación en una chabola bunkerizada
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En esta ocasión, 'El programa de Ana Rosa' ha utilizado su sección de investigación para acompañar al GOIT, el grupo operativo de intervenciones técnicas, en una misión a un narcobúnker escondido en la Cañada Real.
Ignacio López, el jefe de sección del GOIT, cuenta más detalladamente en qué consiste el trabajo: ''Enfrentarnos con problemas complejos, como pueden ser estructuras monitorizadas, que a ojos del investigador no la va a detectar y nosotros no solo la detectamos, sino que la abrimos gracias al conocimiento técnico de cómo funcionan las cosas. Por lo tanto, el servicio del GOIT es un servicio muy específico, muy singular y dotado de las capacidades técnicas y muy notables''.
''Estamos hablando pues de cerrajeros estamos hablando de soldadores, estamos hablando de ingenieros de estructuras, tenemos expertos en electrónica, en electricidad o el abanico de destrezas y de capacidades técnicas es muy notable'', cuenta y continúa: ''A través de virtudes como es el método, como es la paciencia y cómo es el conocimiento de cómo funcionan las cosas, pues tenemos un nivel de éxito bastante reseñable''.
El programa ha acompañado al equipo a una operación en la Cañada Real
El programa ha tenido la oportunidad de acompañar al GOIT en una arriesgada operación en uno de los epicentros del narcotráfico de Madrid, en la Cañada Real y somos testigos de cuánto tardan en abrir un búnker.
La operación va destinada a eliminar uno de los puntos de suministro de drogas de Madrid. Por fuera parece una chabola, pero es un búnker con accesos blindados. El éxito depende de que todo esté cuadrado al segundo y de la velocidad. Y una vez se llega la chabola bunkerizada, solo cuentan con unos segundos.
Si los narcos reaccionan, destruirán las pruebas y todos los meses de preparación habrán sido en vano. Tan solo siete segundos tarda el GOIT en abrir el búnker y consiguen que los narcos no tengan tiempo de huir o destruir pruebas, lo que permite a la policía Judicial tomar el control.

