Un obispo dedica su hoja dominical a Rosalía y le lanza un mensaje muy personal
El obispo de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona), Xabier Gómez, ha dedicado su última carta dominical a Rosalía
"Estamos tan lejos... Te escribo desde esta portada como quien lanza al mar un mensaje en una botella; quién sabe si te podrá llegar".
El obispo de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona), Xabier Gómez, ha dedicado su última carta dominical a Rosalía, después de que la artista catalana haya acaparado los focos de todo el mundo con su nuevo disco, 'Lux', con infinidad de referencias a Dios: "No consigo entenderte, pero me gustaría hacerlo".
"Estamos tan lejos... Te escribo desde esta portada como quien lanza al mar un mensaje en una botella; quién sabe si te podrá llegar". Así empieza el obispo su última hoja dominical, en la que reconoce que la cantante de Sant Esteve Sesrovires (Barcelona) le genera dudas, como también su arte, "hipnóticamente ecléctico y performativo".
"Quizá no hay que entenderlo. Me pregunto qué hay dentro tuyo, en tu mundo interior, en esta etapa o ciclo de tu vida como mujer y artista", apunta el religioso.
Me pregunto qué hay dentro tuyo, en tu mundo interior, en esta etapa o ciclo de tu vida como mujer y artista
Rosalía, señala, parece vivir el arte "como una travesía espiritual, donde la creación es una forma de peregrinaje hacia aquello que trasciende".
"Pero no acabas de hacerlo... y sin dejar ir amarres no será fácil llegar al puerto que anhelas. Si es que quisieses llegar", añade el obispo, que admite también que las letras de la barcelonesa le desconciertan, a la vez que le abren a la posibilidad de un diálogo sobre la complejidad de la experiencia humana.
"Entiendes el amor como una fuerza que puede ser dolorosa, liberadora, incluso divina. Tu arte es un espacio donde la vulnerabilidad y la fuerza conviven, donde el deseo y la fe se pueden encontrar", afirma.
Entiendes el amor como una fuerza que puede ser dolorosa, liberadora, incluso divina
Xabier Gómez recuerda que hay silencios "que hablan más que mil canciones" y se pregunta si, cuando todo calla, Rosalía encuentra "paz o solamente ruido". "Quizá la respuesta no está fuera, sino dentro tuyo", añade.
'Lux' es el ambicioso cuarto disco de estudio de Rosalía, que abandona las incertidumbres y decepciones del mundo físico para, a través de la espiritualidad, abrazarse a sí misma y su poder, como en la portada, y volverse "divina". Hasta el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le ha felicitado por el mismo.
Rosalía y el cristianismo
El musicólogo y psicólogo Daniel Gómez Sánchez, el primero que presentó una tesis doctoral en España en torno al proceso creativo de Rosalía, ha explicado a EFE claves en torno a 'Lux', el último disco de la artista, con el objetivo de subrayar sus bases y sus avances y aclarar algunos equívocos.
"Todo lo que se está diciendo del cristianismo se ha malentendido totalmente. He oído barbaridades como que es una caricatura que se parece a las Stella Maris de la serie 'La Mesías' de Los Javis", ha señalado en primer lugar.
Para él, para empezar, la noción de Dios que Rosalía explora en 'Lux' no es la del "dogma católico". "Entre las santas que inspiran su creación hay mujeres musulmanas, elementos del taoísmo... Rosalía es espiritual, pero no proiglesia", ha destacado.
En opinión de Gómez, la artista se ha tomado este álbum como "otro trabajo de fin de carrera" en torno a un eje temático, como lo fue 'El mal querer' (2018), pero esta vez en torno al misticismo femenino.
Destaca especialmente tres de las santas en las que la catalana se ha inspirado, empezando por Hildegarda de Bingen, una monja benedictina del siglo XII que fue nombrada doctora en Teología por Benedicto XVI y que compuso la primera obra musical teatral mística, 'Ordo Virtutum', en la que se canta las virtudes, "acechadas por el Maligno que quiere corromperlas".
Ella es la musa de 'Berghain', pieza de la que se ha llegado a decir que si es "un sacrilegio" por los insistentes versos finales 'I'll fuck you till you love me'. En la obra de Hildegarda, ha explicado Gómez, al único personaje al que no se le permite cantar es al demonio, que solo puede gritar.
"Esa frase la sacó de Mike Tyson y es lo que pone en boca del demonio al ver que no puede capturar el alma de Rosalía. Pero su intención no es hacer caricatura ni ser irrespetuosa, sino reinterpretar esta obra desde el presente, como hizo con 'Romanza flamenca' en 'El mal querer'", ha señalado.
En su elección también jugó un papel importante que era una mujer que tenía "visiones", algo que para él intentó recrear en su reciente fiesta de escucha en el MNAC de Barcelona, cuando se presentó ante los invitados como en un trance entre nubes.
Otra santa que cita Gómez como importante es Rosa de Lima, "una santa muy bella que siempre llevaba guirnaldas de colores en la cabeza (literalmente el significado de 'Rosalía') y que se cortó el cabello para no caer en los placeres terrenales". Además, en origen renegaba de su nombre, como también le pasó a Rosalía en su etapa escolar, antes de lucirlo con orgullo, heredado de su abuela.
"La tercera santa importante es Miriam, la hermana de Moisés, que en la Biblia tiene un rol protector, como lo tiene Rosalía con su familia. Cuando el mar se parte en dos, algo que ya cantó en 'Motomami' ("Si Moisés partió los mares, ella corazones", dice en 'La Kilié'), ella encabeza la comitiva", subraya el musicólogo.
En lo puramente musical, Gómez ha destacado que Rosalía sigue la "teoría del andamiaje", que consiste en "construir conocimiento a partir de lo que ya se sabe de antes", en este caso, "sus tres paletas musicales: la del flamenco que aprendió en el Taller de Músics de Barcelona y la clásica, de sus años en la ESMUC (Escuela Superior de Música de Catalunya)".
"Hasta ahora creaba desde el flamenco. Eso tiene cosas buenas, pero también limitaciones, porque a nivel armónico el flamenco gravita hacia las zonas graves del espectro sonoro, lo que se llama la cadencia andaluza", ha comentado.
Sin renegar de ello (en el álbum hay estructuras de este estilo en piezas como 'La rumba del perdón'), Rosalía se habría abierto en este álbum al "belcanto, donde especialmente hay una búsqueda del agudo", como en el aria 'Mio Cristo', "donde explora un ámbito vocal que es mucho más agudo que todo lo que ha hecho hasta el momento".
Más aún, ha señalado, Rosalía ha conseguido "remezclar estilos y desdibujar fronteras entre esas tres paletas" y, como hiciera Beyoncé en su disco 'Lemonade' (2016), "ha hecho zumo de un puñado de limones, es decir, transformando su sufrimiento personal, el lamento de un corazón que ya no busca el placer terrenal". "Y por todo ello creo que es una obra de culto que pasará a la historia como ese disco de Beyoncé", ha concluido Gómez.