Detención Martiño Ramos

Impulsora de la detención de Martiño Ramos, condenado por violar a una alumna: "Advertíamos a las mujeres cubanas del riesgo"

Impulsora de la detención de Martiño Ramos, condenado por violar a una alumna: "Advertíamos a las mujeres cubanas del riesgo"
María Martínez, fundadora del colectivo de madres protectoras de Madrid, en 'El programa de Ana Rosa'. telecinco.es
Compartir

En La Habana, Martiño Ramos era otra persona: un fotógrafo amable, con ropa cara, la última cámara y siempre rodeado de mujeres, incluso algunas menores. Exposiciones, bares, talleres y sesiones fotográficas gratuitas a chicas jóvenes… así vivía el fugitivo español más buscado. El profesor, condenado por abusar de una alumna de 12 años, residía a miles de kilómetros camuflado tras un cambio de imagen y una identidad distinta. Pero la mentira estalló: una joven a la que había ofrecido una sesión de fotos vio un billete de avión con su nombre verdadero. No le dio importancia, pero ese dato llegó al colectivo de Madres Protectoras de Madrid, que ha sido clave para su detención.

En ‘El programa de Ana Rosa’, María Martínez, fundadora de Madres Protectoras de Madrid, explica su participación en la localización del fugitivo: "Nosotras lo que intentamos es divulgar y pasar la mayor información posible a todo el mundo, principalmente en Ourense. Luego, sorprendentemente, nos escribieron desde Cuba, que le habían visto allí. Nos pasaron su perfil e intentamos contactar con todas sus seguidoras para seguir sacando información y fotos actualizadas. Muchísima gente se ha volcado en esto".

PUEDE INTERESARTE

María Martínez: "Era fotógrafo profesional, por lo que estaba en contacto con muchas mujeres y les ofrecía sesiones fotográficas gratuitas a chicas jóvenes"

Sobre la actividad de Martiño Ramos en Cuba, María comenta: "Nos han dicho que era fotógrafo profesional, por lo que estaba en contacto con muchas mujeres y les ofrecía sesiones fotográficas gratuitas a chicas jóvenes. También nos contaron que había montado un negocio de serigrafía y nos enviaron el perfil de redes del local. Nosotras lo que hacíamos era avisar a las mujeres cubanas de que este hombre estaba allí, que en España había cometido delitos y que era peligroso. También informábamos a las autoridades cubanas de su presencia".

Además, María explica cómo llegó la información hasta Cuba: "Cada vez que nos mandaban fotos actualizadas, el coche que tenía o su edad, íbamos actualizando la publicación. Se volvía a compartir y se enviaba a todo Ourense, hasta que la información cruzó el Atlántico y llegó a Cuba, donde alguien le había visto. Empezaron a mandárselo entre ellos y, con el boca a boca, al final el pueblo salva al pueblo".