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Se atrinchera en la oficina del SEPE hasta que le atiendan: "Estaba harto, era la cuarta vez que iba"

Se atrinchera en la oficina del SEPE hasta que le atiendan: "Estaba harto, era la cuarta vez que iba"
Manuel Medina, se atrinchero en el SEPE, en 'El programa de Ana Rosa'.. telecinco.es
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Conseguir una cita previa para el SEPE es casi una misión imposible: semanas e incluso meses de espera. Cada vez que los usuarios intentan acceder a la web para obtener una cita, aparece un error indicando que en esos momentos no hay disponibilidad. Es el día a día de quienes se han quedado sin empleo y se desesperan tratando de solicitar una prestación o un subsidio que, por culpa de la burocracia, parece no llegar nunca.

Es el caso de Manuel Medina, que, harto de la situación y de que el proceso se alargara sin fin, esta misma semana se atrincheró en una oficina del SEPE de Las Palmas de Gran Canaria, decidido a conseguir que el día 10 entrara algo de dinero en su cuenta para poder comer.

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‘El programa de Ana Rosa’ ha hablado en directo con Manuel Medina, quien relata los motivos que le llevaron a tomar esa decisión: “Es la cuarta vez que voy. Pido una primera cita para gestionar el paro en noviembre; una vez allí, gestiono todo, entrego la documentación, regreso a casa y me llaman para decirme que tengo que entregar un certificado de cuenta. Pido cita, voy a entregar el documento, vuelvo a casa… y así hasta cuatro veces. Cuatro veces pidiendo cita, con lo complicado que es”.

Manuel Medina, tras atrincherarse en el SEPE: "La gente dice que es una heroicidad, pero es un desgaste"

También explica qué ocurrió el día que se atrincheró en la oficina: “A dos días de cobrar el paro recibo una carta ratificando mis datos y, para mi sorpresa, los datos no son correctos. Ya no pido cita porque estaba harto. Voy con el papel y les explico que era la cuarta vez que iba y que no sabía si iba a cobrar el paro, pero no me hicieron caso, me dijeron que tenía que pedir cita. Así que dije: ‘Lo siento, aquí me quedo. Voy a llamar a la policía y, si me quieren sacar, que me saquen ellos’. La gente dice que es una heroicidad, pero es un desgaste”.

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Por último, cuenta cómo se resolvió todo: “En cuanto vino la policía salió el jefe de sección y me dijo: ‘Yo se lo arreglo’. Fui a su despacho y me lo solucionó, era un problema simple. Me dijo que podía haber puesto una reclamación, pero yo no sabía que en las administraciones públicas se podían poner reclamaciones”.