Un crimen delante de seis hijos, un asesinato con martillo y otro con un bate: el trágico cierre machista de 2008
Tres asesinatos en diciembre de 2008: María del Carmen en Pontevedra, María Fraguela en A Coruña y una joven británica en Tenerife
Qué hacer cuando sospechas de un caso de violencia machista: el papel del entorno puede salvar vidas
La madrugada del 19 de diciembre de 2008, el silencio de una casa rural de Mourigán, en Portas (Pontevedra), se rompió de la forma más brutal. María del Carmen Barcala Rebolo, de 42 años, fue asesinada por su pareja dentro del domicilio familiar. El crimen ocurrió delante de sus seis hijos. Cuando la Guardia Civil llegó, alertada por uno de ellos, la mujer ya estaba muerta: había sido estrangulada. El presunto autor había desaparecido.
Durante horas, la pregunta flotó en el aire: ¿dónde estaba el padre? La respuesta llegó poco después. La Guardia Civil localizó y detuvo al hombre en un cruce de carreteras cercano, antes de que pudiera alejarse de la zona. El varón de 49 años fue arrestado sin resistencia. No constaban denuncias previas por violencia machista, un dato que volvió a subrayar un patrón que se repetiría y se repite en demasiados casos: la violencia que no deja rastro hasta que ya es irreversible.
El hijo mayor de Carmen Barcala se hizo cargo de los más pequeños
La investigación reveló una convivencia marcada por discusiones frecuentes, especialmente por los horarios laborales de la víctima, que trabajaba en la hostelería y regresaba tarde a casa. Nada, sin embargo, había hecho presagiar un desenlace tan extremo. El municipio de Portas decretó días de luto y la consternación se extendió entre vecinos y autoridades, incapaces de comprender cómo una familia numerosa y aparentemente normal había terminado en tragedia.
El caso quedó en manos del juzgado de Caldas de Reis y siguió su curso judicial en los meses posteriores. Años después, la Audiencia Provincial de Pontevedra dictó sentencia condenatoria contra el acusado. Para entonces, el foco ya no estaba solo en el crimen, sino en las seis vidas que quedaron marcadas para siempre por una noche que empezó como cualquier otra y terminó con una llamada desesperada a la policía. El hijo mayor de Carmen Barcala se hizo cargo de los más pequeños, como informó 'El Correo Gallego'.
Nochebuena en Neda: el martillo
Cinco días después, en plena Nochebuena de 2008, la violencia volvió a golpear Galicia. Esta vez fue en Neda (A Coruña). La Guardia Civil encontró el cadáver de María Fraguela Martínez, de 63 años, asesinada en su domicilio. Su marido, de 74, la había golpeado con un martillo y atacado con un arma blanca. La escena era extrema: tras el crimen, el hombre intentó suicidarse.
La hija del matrimonio, de 35 años, también resultó herida al intentar intervenir y fue ella quien dio la voz de alarma. Fue trasladada al hospital, mientras el presunto agresor era detenido tras recibir atención médica. El suceso rompió la calma navideña y dejó otra familia destrozada en una fecha marcada, irónicamente, por la celebración.
Adeje: una muerte lejos de casa
Esa misma Nochebuena, a más de 1.700 kilómetros, otro crimen sacudía Adeje, en el sur de Tenerife. En una vivienda de Playa de las Américas, la Policía Nacional encontró a una mujer británica de 28 años gravemente herida. Había sido golpeada de forma salvaje, presuntamente con un bate de béisbol, tras una fuerte discusión con su pareja.
La mujer murió poco después en el hospital. En la vivienda quedaron los signos de una pelea violenta y el arma utilizada. Su compañero sentimental fue detenido como principal sospechoso. Lejos de su país y de su familia, la joven se convirtió en otra víctima mortal de la violencia machista en una noche que, para muchos, simboliza unión y refugio.