Desaparecidos

Tres años sin Mónica de la Llana y un juicio aún lejano: "Podría celebrarse a lo largo de 2026 o a principios de 2027"

Tres años sin Mónica de la Llana y un juicio aún lejano: "Podría celebrarse a lo largo de 2026 o a principios de 2027"
Mónica de la Llana (izq), junto a su hermana (dcha). Informativos Telecinco / Cedida
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Los Mossos d'Esquadra siguen esforzándose por resolver el caso de Mónica de la Llana García, la mujer de 44 años que desapareció hace justo tres años en La Morera de Montsant (Tarragona) y que fue presuntamente asesinada por su pareja de entonces, Carlos. El acusado llevó una vida aparentemente normal durante más de dos años, hasta que fue encarcelado hace ocho meses. Desde entonces, ha guardado silencio y no ha revelado dónde se encuentra el cuerpo.

Según han explicado al portal web de 'Informativos Telecinco' fuentes cercanas a la investigación, "los agentes continúan analizando pertenencias de Mónica que estaban en poder de Carlos" y "rastrean varias fincas vinculadas tanto a él como a su familia en la comarca del Priorat". Aunque no ha trascendido si el luminol reveló restos biológicos en la casa de La Morera, los investigadores confían en que puedan aparecer nuevas pistas relevantes. Ya se han recogido muestras que siguen analizándose.

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Respecto al proceso judicial, todo indica que el caso irá a juicio. “La instrucción todavía no ha acabado. Hay gestiones y diligencias por hacer. Como poco se alargará todo lo que queda de año. Pero, cuando termine, entiendo que el juicio podría celebrarse a lo largo de 2026 o a principios de 2027. Depende de las fechas que la Audiencia Provincial de Tarragona tenga libres”, apuntan las mismas fuentes.

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Una prueba que pesa como 200

Carlos fue detenido en Barcelona y encarcelado en noviembre por presuntos delitos de homicidio, ocultación de cadáver y maltrato físico y psicológico: "En su declaración inicial, afirmó haber dejado a Mónica en una parada de autobús de Cornudella de Montsant a las 14:00 horas del 21 de julio para que ella fuera a Reus y haber intentado contactarla sin éxito durante días. Sin embargo, tres meses después, encendió en La Morera el teléfono móvil que supuestamente debía llevar ella, una prueba suficientemente importante como para inferir que la ha matado", detallan las fuentes consultadas.

“Se considera que ese es un indicio potentísimo para mantenerlo en prisión provisional. Hay veces en las que puede haber 200 pruebas y todas tienen un peso importante. Y hay otras en las que hay una sola prueba que tiene el mismo peso que esas 200”, agregan las fuentes, que destacan que el acusado cometió un “error burdo”: “No creo que intentase borrar algo, creo que fue un uso utilitarista por el hecho de tener un terminal nuevo. Fue un uso propio y gracias a eso está encarcelado y pendiente de la justicia”.

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Para los investigadores, todas las manifestaciones del acusado han sido desmontadas: “No hay señales de vida de Mónica. No hay movimientos en redes sociales. No ha habido movimientos bancarios. Es una persona que tenía una enfermedad (relacionada con el corazón, además de asma) y ninguna farmacia ha sacado las medicinas. No ha acudido al médico. Es decir, no hay ningún indicio que permita concretar que está con vida”. Este conjunto de pruebas e indicios permitiría sostener una acusación basada en la doctrina del corpus delicti indirecto: cuando no aparece el cuerpo, pero los elementos circunstanciales permiten acreditar el delito.

La familia de Mónica ya prestó declaración en marzo

María Jesús, hermana de Mónica, destaca contradicciones importantes en la versión de Carlos: “Dijo que la dejó en Cornudella por la tarde, pero hay llamadas de Mónica a él sobre las 06:00 horas. Si estaban juntos, ¿por qué le llamaba? Yo creo que quiso despistar”. "Además, recuerdo que a una amiga le dijo que dejó a Mónica a las 07:00 horas porque ella tenía que trabajar. Pero ese día era jueves, cuando ella no trabajaba hasta el viernes"

Ella, su otro hermano, su madre y Unai, el hijo de Mónica —todos como acusación particular—, declararon ante el juzgado de Tarragona en marzo. En los meses de abril y mayo lo hicieron más de 10 personas del entorno de la pareja. No obstante, "una mujer está embarazada y su declaración en junio se ha pospuesto a septiembre, después del verano", y no se descartan nuevos testimonios.

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La familia vive con la herida abierta. María Jesús, que reside en Badajoz, volverá en agosto a Valls para ver a su madre, con quien siempre conversa sobre los avances del caso: “Lo único que queremos es que encuentren a mi hermana y que se haga justicia”, subraya.

Señales, agresiones y una cronología que aún no ha terminado

Mónica y Carlos llevaban unos ocho meses saliendo cuando ella desapareció. La mujer residía con su madre en Valls y se mudó con él a La Morera de Montsant, un pueblo con un poco más de un centenar de habitantes, poco después de conocerse. Ella siempre había llevado una vida "bastante independiente". No tenía trabajo, aunque de forma esporádica ejercía como camarera en algún restaurante. Su familia afirma que la relación con Carlos era "tóxica y violenta".

Un mes antes de desaparecer, Mónica envió una foto suya ensangrentada y un audio en el que Carlos le decía: “Como vuelvas a decir que te pego, te entierro yo”, mientras ella decía: “Que me ahogo”. Pidió a un amigo que lo entregara a la policía si le pasaba algo. Además, poco antes de perderse su rastro, le confesó a una amiga: “Vivo con un chico que no se porta bien conmigo”. La familia asegura que Carlos la echó de casa varias veces y que llegó a tirar toda su ropa a un contenedor.

Repaso del caso en una cronología breve:

  • 20 julio 2022: Mónica y Carlos discuten a las puertas de un bar en Cornudella y vuelven juntos a La Morera.
  • 21 julio 2022, 06:30 horas: se registran llamadas de Mónica a Carlos. Sobre las 07:00 horas se apaga el teléfono de Mónica.
  • 21 julio 2022, 15:00 horas: Mónica no aparece en una comida en Reus (con la amiga a la que confesó su malestar) ni recoge ropa en casa de un amigo.
  • 22 julio 2022: tenía previsto comenzar un turno en un bar de Vilanova i la Geltrú, en Barcelona. No acudió.
  • 10 agosto 2022: su familia denuncia la desaparición tras comprobar que su móvil está apagado y no hay actividad bancaria ni en redes.
  • Octubre 2022: se enciende su móvil en La Morera. El dato es clave para la detención de Carlos.
  • Julio 2023: la investigación de los Mossos y otros cuerpos policiales se intensifica y se realizan registros.
  • 14 noviembre 2024: Carlos es detenido. Afirmó haber dejado a Mónica en la parada de autobús, pero sus versiones son contradictorias. El conductor de la línea a Reus no recuerda a ninguna mujer con su descripción.
  • Marzo 2025: la instrucción judicial comienza con declaraciones. Se investiga el homicidio -no consta que se haya descartado el asesinato con premeditación-.
  • 21 julio 2025: se cumplen tres años de la desaparición. El caso sigue sin cuerpo, como ocurrió en los de Ana María Henao o Natalia Solomykina, y se suma a otros sin resolver como el de Esther López o Miriam Vallejo.