Miles de personas acuden al funeral de Hortensia Bussi, la viuda de Allende

AGENCIA EFE 20/06/2009 22:42

La mandataria destacó a Bussi, fallecida el pasado jueves cuando estaba cerca de cumplir 95 años, como "un símbolo" de la resistencia chilena a la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), una mujer "digna y valiente" que encarnó valores como la solidaridad y el respeto "en los momentos más difíciles" de la historia del país.

Nacida el 22 de julio de 1914, Hortensia Bussi se casó en 1940 con Salvador Allende, que murió el 11 de septiembre de 1973 durante un asalto al palacio presidencial de La Moneda en el golpe e Estado del golpe que encabezó Pinochet.

Tras sobrevivir al bombardeo de la residencia presidencial el día del golpe, Hortensia Bussi pudo presenciar la noche del día siguiente el entierro de su marido en una tumba sin nombre en un cementerio de Viña del Mar.

Su hija Isabel Allende destacó hoy que esa noche, rodeada de soldados armados, su madre tuvo el ánimo de coger un puñado de tierra y lanzarlo a la fosa mientras exclamaba: "Aquí yace el presidente constitucional de Chile".

Posteriormente se exilió en México, donde se convirtió en un símbolo de la lucha a favor de la recuperación de la democracia.

"Ella se ganó sin duda un lugar en el corazón del pueblo chileno. Querida 'Tencha' (así la llamaban sus cercanos), te recordaremos por siempre en nuestros corazones", dijo Bachelet.

Al funeral asistieron también el presidente del consejo de ministros peruano, Yehude Simon, los ex presidentes chilenos Ricardo Lagos, Patricio Aylwin y Eduardo Frei Ruiz Tagle, así como los máximos dirigentes de la coalición de centroizquierda que ha gobernado Chile desde 1990, la Concertación.

El público que colmaba el salón de honor del antiguo Congreso Nacional, en el que Allende fue investido como presidente en 1970 y en el se instaló el velatorio y se pronunciaron los discursos fúnebres, aplaudió cuando el presidente del Partido Socialista, Camilo Escalona, mencionó la presencia de Yehude Simon.

Escalona agradeció el gesto del presidente peruano, Alan García, de enviar como representante al jefe de su Gabinete y consideró su presencia como "una muestra de que los lazos entre Chile y Perú son irrompibles".

Isabel Allende, que terminó su discurso entre lágrimas, se refirió en todo momento a su madre como "Tencha" y la describió como una "viajera incansable que llevó su voz hasta los últimos rincones del mundo, hablando por aquellos chilenos que daban la batalla en Chile".

También desveló, para resaltar la entereza de su madre, aspectos poco conocidos, como una afección a la columna que sufrió desde joven, que le producía intensos dolores que combatía practicando yoga.

Enmarcado en un día lluvioso y frío, el funeral de Hortensia Bussi se prolongó por varias horas.

Tras los discursos en el Congreso, el cortejo enfiló primero a la Plaza de la Constitución, frente a La Moneda, donde se alza un monumento a la memoria de Salvador Allende.

Otra escala tuvo lugar en la catedral católica de Santiago, junto a la Plaza de Armas, donde se ofició un responso a cargo del sacerdote Cristián Precht, que durante la dictadura encabezó la Vicaría de la Solidaridad, creada por la Iglesia chilena para defender los derechos humanos.

Después de la ceremonia, la comitiva se dirigió al Cementerio General, unos tres kilómetros hacia el norte, donde los restos de Hortensia Bussi fueron depositados en el mausoleo donde reposan desde 1990 los de su marido.

En un tramo del recorrido conocido como Mapocho, el féretro fue cubierto de pétalos lanzados por los comerciantes de la "Pérgola de las Flores", un popular mercadillo de floristas.