En Estados Unidos la educación consta de 12 grados de los cuales los cuatro últimos se integran la conocida como Secundaria a través de la 'High School'. En el área de Chicago, los más de 400.000 escolares residentes en los 32 distritos educativos tienen a su disposición casi 700 centros sostenidos con fondos públicos. Se trata del tercero en importancia de todo el país.
Desde finales del siglo pasado las diferentes evaluaciones a estas escuela deban resultados negativos destacando el estancamiento de sus métodos educativos así como los escasos avances en los resultados pedagógicos. La puesta en marcha de un sistema de evaluación y detección del origen de estos problemas ha llevado a la comunidad educativa de Chicago a dar un salto cualitativo hacia una mejora integral.
Este antes y después es el que aborda Bill Gates en su blog señalando un camino que, con voluntad y recursos es perfectamente exportable al resto de países desarrollados.
Se trata de un programa que usa en beneficio de los escolares y docentes el poder de los datos y sus análisis para anticiparse al fracaso escolar en cualquiera de sus formas.
Este método no es exclusivo de Estados Unidos, de hecho, España aparece como una potencia en su desarrollo como reconoce Daniel Burgos, catedrático de Tecnología para la Educación y la Comunicación de la Universidad de la Rioja.
En su blog, Gates recoge el trabajo desarrollado desde el año 2000 entre la Universidad de Chicago y la administración educativa para darle la vuelta a unos resultados que colocaban a este estado en el furgón de cola por rendimiento de sus estudiantes.
Es lo que se conoce como Analítica de Aprendizaje o minería de datos educativa. Se trata de una de las caras amables del 'Big Data' y se aplica a mejorar los resultados de los estudiantes y, en consecuencia, luchar contra el fracaso escolar o las altas tasas de repetidores.
Daniel Burgos, describe esta metodología como una "recopilación de datos a través de múltiples fuentes para después categorizarlas en grandes bases de datos que mediante la aplicación de una serie de técnicas buscan encontrar y agrupar tendencias de comportamiento o de estimación de la evolución de un estudiante o el rendimiento de un profesor".
Su aplicación en el sistema educativo de Chicago ha conseguido dar la vuelta a los resultados académicos de un distrito que era de los perores de Estados Unidos. A principio de este siglo solo el 56 por ciento de sus estudiantes lograban completar los tres cursos que componen la Educación Secundaria en Estados Unidos. Casi dos décadas después esta tasa se ha incrementado hasta alcanzar el 87 por ciento. Un progreso que en el caso de los graduados ha pasado del 51 al 74 por ciento.
Los especialistas como Daniel Burgos critican que el uso de la Analítica de Aprendizaje no acabe de despegar en España "y no por falta de interés", asegura. Según este experto el problema es que "la implementación de este método está en una situación incipiente ya que por un lado tenemos un concepto técnico con un grado importante de dificultad y por otra parte tenemos un grupo de profesores con mucha vocación que no acaban de encontrar un diálogo adecuado". A pesar de estas carencias, Burgos está convencido de que "en un plazo brevísimo de tiempo" ya lo estaremos aplicando de forma creciente.
Lo que más asombró a Bill Gates tras visitar uno de los institutos en el que se ha aplicado esta metodología es que se ha conseguido dar la vuelta a una realidad que condenaba a estos estudiantes en su mayoría de clases medias a renunciar a una formación superior ante las dificultades que para ellos su`ponía graduarse y acceder a la universidad.
Para Burgos, la clave de este éxito es la "anticipación". "No tengo ninguna duda ---añade--- de que es una excelente herramienta para luchas contra el fracaso escolar porque en vez de actuar de forma reactiva, es decir, cuando ya se han producido este, la Analítica de Aprendizaje va un paso más allá y hace un análisis para ver qué va a pasar mañana".
Se trata según sus palabras de un análisis parecido al del tiempo o al de los mercados, pero que aplicado a la educación se convierte en una poderosa herramienta en manos de los profesores y profesionales para situar a los alumnos en una senda de éxito y resultados.
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