¿Antiácidos o protectores gástricos? Te mostramos la diferencia

Informativos Telecinco 17/11/2018 08:45

En ocasiones, usamos el protector de estómago cuando en realidad deberíamos usar el antiácido y viceversa. Para aclarar esta confusión, te explicamos cómo debes usarlos, según el Blog de Kern Pharma.

Protector gástrico

Los protectores de estómago, también conocidos como gastroporotectores, son medicamentos antiulcerosos. Aunque parezca que es para las molestias estomacales, no es del todo así. El propio estómago produce un ácido, llamado clorhídrico, que se emplea para absorber los nutrientes de los alimentos que comemos. Este ácido es muy fuerte y puede provocarnos úlceras y daños estomacales.

La mucosa gástrica protege al estomago de este ácido, pero esta puede estar afectada puntualmente por lesiones, medicamentos o infecciones. Cuando esto ocurra es cuando debemos tomar el protector de estómago. Su función es reducir la cantidad de ácido clorhídrico del estómago y así evitar úlceras o lesiones.

Antiácidos

Los antiácidos son sustancias que hacen que el ácido clorhídrico sea menos perjudicial para el estómago. Se diferencia de los protectores estomacales en que estos reducen la producción de dicho ácido, mientras que los antiácidos neutralizan el exceso de este ácido, volviéndolo menos corrosivo. En este caso, los antiácidos, actúan puntualmente, sin embargo los protectores cambian el comportamiento del estómago.

Cuando comemos mucho o fuerte

En ocasiones, comemos en abundancia o tomamos alimentos muy grasos o picantes. Esto provoca que la digestión sea más pesada de lo habitual y el riesgo de notar acidez en el estómago. Cuando esto vaya a ocurrir, debemos tomarnos un antiácido para aliviar esta molestia.

Situaciones para tomar uno u otro

Los antiácidos se deben tomar cuando queramos aliviar los síntomas de ardor o acidez estomacal, por lo que tiene un uso más puntual. En el caso de repetirse continuamente e ir los síntomas a más, es necesario acudir al médico. Si se usa en exceso, puede provocar el efecto contrario y producirnos molestias en el estómago.

Los protectores de estómago tienen que ser recetados por un médico y son para seguir tratamientos de afecciones por lesiones de la mucosa gástrica. Su acción no es inmediata, sino a largo plazo, aunque sus efectos se mantienen durante más tiempo. Se suele usar, entre otros casos, cuando se padece el síndrome de Zollinger-Ellison (gran secreción de ácido clohídrico), enfermedad de reflujo gastroesofágico (cuando el ácido llega a zonas no protegidas por la muscosa) y úlceras gástricas o gastroduodenal.