Los estudiantes valencianos ganan y logran que se anule la corrección del examen de Filosofía de la polémica

  • El informe del departamento de Filosofía de la Universidad de Valencia da la razón a los alumnos

  • "Se produjo una incorrecta aplicación de los criterios" a la hora de corregir por el tribunal

  • Varios profesores también alertaron de que el corrector del examen no había aplicado adecuadamente los criterios

El examen de Historia de la Filosofía de selectividad en la Comunidad Valenciana desató la indignación de numerosos estudiantes e incluso también profesores después de que un tribunal, --el tribunal número 14 de la Universidad de Valencia—, suspendiese a nada más y nada menos que a un 90% de los alumnos de una decena de institutos valencianos. Todos ellos se presentaron con la esperanza de poder sacar una buena nota que les ayudase a alcanzar sus metas en el acceso a la universidad, pero con lo que se encontraron fue con una inesperada sangría en la que los alumnos llegaron a bajar entre cinco y siete puntos la nota respecto a la que tenían en el curso.

Tanto los estudiantes como los profesores miraron en una dirección: el corrector del examen; y pidieron en consecuencia que se eliminase la nota y se corrigiese de nuevo la prueba que realizaron, una petición que ha sido escuchada y se ha resuelto a favor de este argumentado ruego.

"Se produjo una incorrecta aplicación de los criterios"

La corrección del examen de Filosofía, que fue recurrida por más de una decena de institutos queda anulada al considerar que se produjo una "incorrecta aplicación de los criterios", según recoge Europa Press.

Así se desprende de un informe del departamento de Filosofía de la Universidad de Valencia solicitado por la Comisión Gestora de las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) y dirigido al coordinador de las pruebas.

En él se constata, tras revisar las evaluaciones realizadas por el primer corrector de los exámenes de Filosofía, así como las revisiones que han hecho los autores de las segundas correcciones, que los resultados de las primeras y los de las segundas ofrecen "una importante disparidad, en muchos casos bastante superior a los dos puntos que justificarían una revisión ulterior".

Ante la situación y las bajísimas calificaciones que se realizaron en la corrección original del tribunal, hasta diez institutos públicos de Valencia y otras dos comarcas y uno concertado solicitaran la impugnación de las notas, que en la mayor parte de los casos no pasaban del 3. De hecho, efectivamente, suspendían nueve de cada diez candidatos.

Formulada la correspondiente queja y evaluado lo sucedido, se puso en marcha una nueva corrección de las pruebas. En esta ocasión, "se atienen a los criterios establecidos para la evaluación de la prueba de Filosofía"; criterios que conocía todo el profesorado implicado y sobre cuya aplicación al examen de esta convocatoria se trataron con los evaluadores en una reunión mantenida el pasado 11 de junio.

Las primeras correciones no solo no respetaban los criterios, sino que se aprecia incluso "arbitrariedad"

De este modo, se concluye que las primeras correcciones "no muestran un patrón constante en la aplicación de los criterios". "En algunos casos parecen respetarlos, en otros se alejan de su cumplimiento y da la impresión de que se han realizado de manera arbitraria. En conjunto las notas que otorga son mucho más bajas de lo que cabría esperar. Tanto, que la realización de la media aritmética con una segunda y hasta una tercera corrección no repararían suficientemente el error cometido".

La resolución alude al artículo 10.2 del Real Decreto 310/2016, de 29 de julio, por el que se regulan las evaluaciones finales de Educación Secundaria Obligatoria y de Bachillerato, que, no solamente establece el procedimiento a seguir en la corrección de los exámenes objeto de solicitud de revisión, sino también que "las pruebas objeto de reclamación serán revisadas con objeto de verificar que todas las cuestiones han sido evaluadas y lo han sido con una correcta aplicación de los criterios generales de evaluación y específicos de corrección, así como la comprobación de que no existen errores materiales en el proceso del cálculo de la calificación final".

Así, el informe considera "manifiesto" que en este caso no hay una disparidad de calificaciones, sino "una incorrecta aplicación de los criterios generales de evaluación y específicos de corrección en la primera evaluación, que la convierten en incorrecta". Por ello, se insta a la primera evaluación debería ser "rectificada para cumplir con la aplicación correcta de los criterios".