HazteOír tenía previsto este lunes la presentación de su campaña en Barcelona pero momentos antes el autobús que iba a recorrer las calles de la capital catalana ha sido atacado por miembros del grupo juvenil independentista 'Arran'.
Los agresores han arrancado parte de los vinilos que soportaban los lemas de la campaña en los laterales del autobús además de llenarlos con pintura y grafitis.
Arran ha difundido este ataque a través de las redes sociales en las que ha colgado un vídeo en el que puede verse cómo ha quedado el vehículo junto a lemas en los que se oponen a la presencia de HazteOír en las calles barcelonesas.
La campaña de esta organización también ha sido denunciada por la Guardia Urbana de Barcelona. Los agentes acusan a los promotores de ir contra la ordenanza de convivencia municipal así como contra la Ley de la publicidad de Cataluña. Los importes de ambas sanciones están aún por confirmar.
Desde HazteOíz se ha denunciado la pasividad de los agentes de la Guardia Urbana de Barcelona ante la agresión de 30 activistas encapuchados que también han cortado el tráfico de la avd. María Cristina.
También la Conselleria de Presidencia de la Generalitat, a través del Institut Català de les Dones, ha presentado una denuncia ante el servicio de delitos de odio y discriminación de la Fiscalía de Barcelona para que prohíba la circulación por la ciudad de Barcelona del "autobús antifeminista" de HazteOír, ante la previsión de recorrer la capital catalana.
En la denuncia, la presidenta del ICD, Núria Balada, argumenta que la libertad de expresión "no es libertad e impunidad de agresión y los mensajes del autobús niegan la dignidad humana, incitan al odio, la hostilidad, la discriminación y la violencia contra las mujeres", ha informado la Generalitat este viernes en un comunicado.
La iniciativa de la asociación HazteOír.org pide la derogación de las leyes de género y las normas LGTBI, bajo los lemas 'No es violencia de género, es violencia doméstica' y 'Las leyes de género discriminan al hombre', y usa la figura del dictador nazi Adolf Hitler, que aparece con la cara maquillada y el símbolo feminista en la gorra.
Para el Govern, estos mensajes difunden un sentimiento de antipatía y aversión contra las mujeres y el activismo social que defiende los derechos de las mujeres, "asociando la iconografía y terminología nazi a los movimientos de reivindicación feminista".