Azucena Ares, investigadora: "Las niñas podemos hacer en ciencia lo que nos dé la gana"

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Una niña pequeña le pregunta a Azucena Ares-Gonzalo qué pueden hacer las niñas en la ciencia. La respuesta de esta ingeniera naval gaditana, que lleva ya casi veinte años en la industria aeroespacial, no puede ser más clara ni contundente. "Las niñas podemos hacer lo que nos de la gana", dice. La mujer, que cuando comenzó su carrera era una de las pocas que se dedicaba a la ingeniería, ha ofrecido hoy una charla por el Día Mundial de la Mujer en la Ciencia, para que las niñas tengan referentes cercanos.

Pregunta. Hace veinte años su elección, la de ser científica, era menos frecuente. ¿Qué le hizo decidirse por la tecnología y la ciencia?

Respuesta. La inquietud y el ingenio para hacer cosas con las manos la he tenido siempre, como dice mi madre. Cuando permitieron la entrada de la mujer en el ejercito, decidí presentarme. Y para no perder esos años en los que sólo me dedicaba a la oposición me puse a estudiar, paralelamente, ingeniería naval. Al final la ingeniería me fascinó, y decidí dedicarme a ella. Podemos decir que me puse a abrir puertas por duplicado. Se abrían las puertas, y yo me metía por ellas. Me gusta romper estereotipos. Creo que no aportan nada a la sociedad.

"Se abrían las puertas, y yo me metía por ellas. Me gusta romper estereotipos. Creo que no aportan nada a la sociedad"

P. ¿Qué se encontró detrás de esas puertas?

R. Detrás de esas puertas, cuando yo entré, me encontré una clase llena de hombres, en la que no éramos más de tres o cuatro mujeres. No nos sentimos incomodas, pero si era una cosa que llamaba mucho la atención. Echabas en falta que las mujeres se animaran a estudiar ingeniería".

P. Y de las aulas dio el salto a la compañía Airbus, ¿no?

R. Sí, en ese momento empezaba a construirse el 380, hacia falta gente, y me contrataron. Cuando entré, había muy pocas mujeres, yo creo que fui la primera que trabajó dentro del taller, mano a mano con los trabajadores del taller. Pero en estos años eso ha cambiado mucho, es una empresa que ha apostado por la diversidad y porque las mujeres estén incluidas en el trabajo día a día de la fábrica y del diseño de los procesos. Eso si, socialmente falta camino por recorrer: necesitamos cantera, y aquí necesitamos mujeres en la bahía de Cádiz interesadas por la ingeniería para en un futuro poder fichar esos nuevos talentos.

P. ¿Abordan de forma diferente mujeres y hombres la ciencia y la tecnología?

R. No me gusta crear diferencias ni para bien ni para mal. Creo que somos iguales y a la vez complementarios. Si quisiera destacar algo de las mujeres en este terreno es el tesón y la dedicación, y la perseverancia, pero tampoco me gusta decir que el hombre no lo tenga.

P. Una niña le ha preguntado durante el acto, qué pueden hacer las niñas en la ciencia. Su respuesta ha sido muy clara...

R. Lo que quiera. Yo creo que la mujer, como el hombre, puede hacer lo que le de la gana. Yo creo que si tenemos ganas, y tenemos interés en algo, podemos llegar adonde queramos. Es cuestión de ganas, de tesón y empeño. Podemos llegar donde queramos llegar.

"Yo creo que la mujer, como el hombre, puede hacer lo que le de la gana. Es cuestión de ganas, de tesón y empeño. Podemos llegar, donde queramos llegar"

P. ¿Hay techos de cristal para la mujer en la ciencia?

R. Sí, hay techos de cristal para la mujer, pero hay que romperlos. Todavía en los altos puestos, en los puestos de poder, sigue habiendo mayoría de hombres. Yo creo que no nos podemos quedar en "no puedo llegar más allá porque hay techos de cristal". Si los hay, que romperlos, lo tengo claro. Si creemos en nosotras, y creemos en nuestro poder, y en lo que valemos, hay que romperlos. Nos faltan más mujeres en los puestos de poder, en los puestos de decisión. Faltan mujeres ahí arriba.

P. ¿Qué futuro les espera a las niñas con las que ha hablado hoy en la ciencia y la tecnología?

R. Mi empresa tiene muchas becarias y becarios, y veo que las chicas vienen con muchísima fuerza. Veo que vienen formadas de una manera espectacular en nuevas tecnologías. Son ingeniosas, con muchas ideas, con ganas de abrirse paso en este mundo. Son mujeres muy independientes que pisan fuerte en el terreno laboral. La ciencia tiene que ser cincuenta por ciento mujeres, cincuenta por ciento hombres. No me conformo con menos.