Tipos de parto: ¿cómo puede nacer un bebé?

Informativos Telecinco 29/12/2018 08:30

“Parece que, como lo hacemos las mujeres, parir es una cosa nimia, sin importancia”, reprocha Beni Martínez, secretaria de la Federación de Asociaciones de Matronas de España (FAME), y añade que se le da más protagonismo a todo el mundo más que a la propia mujer. “Hay que partir de la base que es el acto más importante que se puede hacer en este mundo, da igual que hagan edificios, que lleguen a la Luna... Si las mujeres no pariéramos, no podríamos hacer todo eso y me parece que no se le da la importancia que tiene”, apunta.

Reivindica que la mujer tenga “el protagonismo que se merece” porque es la mujer la que lleva el embarazo, es la mujer la que pare” y, por eso, señala que los profesionales “tenemos que adaptarnos en todo momento para que aquello salga bien, para que su bebé nazca y ella participe” y conseguir así “que sea la mejor experiencia posible dentro de las posibilidades que tenemos”.

En ese sentido Martínez subraya que lo importante es que la mujer esté bien informada antes del parto de las posibilidades que tiene, que la matrona le informe, y llegue al momento de nacimiento de su hijo consciente de lo que va a pasar y de lo que puede pasar.

Para Beni, “cuando nos quedamos embarazadas en nuestra cultura parece que te disminuye el coeficiente intelectual y la edad. Te empiezan a tocar la barriga, a tratar como si no supieras nada, y a darte consejos todo el mundo”. Ante esto, reivindica que "la mujer que tienes ahí es una mujer en pleno uso de sus facultades mentales, que hasta ese momento ha llegado a su vida así. Que no tiene ningún problema en entender lo que le estás diciendo” y aboga por algo fundamental: el respeto a la parturienta. En primer lugar, pidiendo permiso para acceder a su cuerpo y, después, explicándole todo lo que está ocurriendo y que ella pueda decidir en todo momento lo que quiere.”Sobre todo, el respeto a la persona que está haciendo lo más importante que se puede hacer en este mundo: parir una criatura”.

“Es una persona en pleno uso de sus condiciones mentales, estamos allí para ayudarla y no para interrumpir ni para que haga lo que nosotros queremos”, apunta. Con información suficiente, explicando lo que va pasando, lo normal es que la mujer siga las indicaciones de matronas y médicos porque “no va a decir que no porque es la primera que quiere que todo salga bien”.

¿Cómo pueden producirse los nacimientos?

¿Cómo pueden producirse los nacimientos?

“Lo más natural es el parto vaginal”, explica Beni. “A veces hay que hacer una ventosa, en algunos sitios hay que hacer un fórceps o acaba en una cesárea”.

El parto Leboyer es aquel en el que “la mujer vaya eligiendo su propia posición” aquel en el que, a la mujer “se le vaya apoyando dentro de lo que necesite, que se le facilitan métodos de calmar el dolor, lo que ella elija, si elige otros métodos que no es la epidural, que cada vez más mujeres no eligen la anestesia epidural, pues facilitárselo, para eso estamos preparadas las matronas, para dar todo tipo de confortabilidad en el momento del parto”, señala la secretaria de la FAME.

En los hospitales, en un servicio de partos, la mujer “siempre estará atendida por personal sanitario, mínimo una matrona, ayudada por un auxiliar”. En algunos hospitales, “más amigables”, la mujer puede en la posición que quiera, atendida por matronas preparadas, que llevan la monitorización. “En el parto natural la mujer se va a colocar de la mejor manera para que salga bien. Es nuestro instinto, el instinto que tenemos de parir”, explica Beni Martínez. La mujer va cogiendo posiciones con las que se encuentra mejor. “Se va controlando, se va viendo cómo está colocada la cabeza del bebé y se la invita a ponerse de determinadas posiciones que sabemos que le van a ayudar para que el bebé se rote de una manera o de otra para mejor”, señala.

Se pueden utilizar, por ejemplo, pelotas de pilates en el paritorio “en periodo de dilatación para aumentar la confortabilidad”. En algunos hospitales también hay bañeras para las dilataciones porque “la mujer, cuando está de parto, con contracciones metida en agua calentita en la bañera lleva mejor las contracciones”, explica la matrona.

En algunos hospitales permiten que el bebé nazca en el agua. En otros, “cuando queda poco para el nacimiento, se invita a las mujeres a salir del agua” y parir fuera.

También existen las camas articuladas “a las que se le van quitando piezas para que la mujer se quede sentada, para que colabore mucho mejor porque con la fuerza de la gravedad” ya que “se pare mejor sentada que boca arriba”. También se trata de favorecer el parto en cuclillas. Incluso se han recuperado las sillas de parto.

Respecto a las anestesias, si la mujer no quiere la epidural, hay otras anestesias más “flojas”. En algunos lugares, la mujer, “aunque le pongan anestesia epidural, puede caminar, puede deambular, siempre con la persona que ella elija: su marido, su mejor amiga, su hermana…”

También puede producirse un parto en la propia casa. Hay mujeres que “buscan el medio para parir en casa si es posible, pero atendidas por profesionales, por matronas que van de dos en dos”, indica Beni Martínez, y siempre que se den una serie de condiciones: que se trate de “una mujer sana, que ha llevado un embarazo normal, que la presentación sea encefálica, que no tenga la tensión alta y ningún tipo de patología. Da igual que sea el primero, que sea el segundo, que no tenga patología previa”.

La casa tiene que reunir también algunas características porque “no se puede parir en cualquier sitio”. Además, si esos profesionales notan que algo desvía la normalidad el parto, se llevará a la mujer al hospital rápidamente. “Por eso tiene que estar a cierta distancia del hospital como mucho a media hora, que es el tiempo mínimo que se tarda en preparar un quirófano desde el aviso de que se dirigen hacia el hospital”, indica la matrona.

Beni Martínez aclara que es un tipo de parto que no cubre la Seguridad Social, pese a que son mujeres que han cotizado y que tienen un “contrato” con la sanidad pública. Suelen elegirlo “mujeres que se han formado, que han visto todas las posibilidades, o mujeres que no han estado contentas con el trato que han recibido en el hospital que haya sido, no todos los hospitales son iguales”. A veces, “cuando una mujer, en determinados hospitales, ha ido a parir se ha sentido como que iba a la casa de los otros para que la atendieran y que hicieran los otros lo que quisieran hacer”, apunta.

En los hospitales, en ocasiones “nos hemos olvidado de la madre y del padre. El padre no hace tanto que entra en los paritorios. Antes se quedaba la familia fuera, y la mujer entraba sola a un espacio donde no conocía a absolutamente a nadie, gente nueva… Toda la vida tapándote, pero allí tenías que estar relajada, tranquila, dejar hacer, para que tu niño naciera bien... Y si no, a ver qué haces para culparte: es que no te colocas bien, es que no empujas bien, si no haces esto bien, tu hijo no va a salir bien...”, recuerda Beni.

La secretaria de la FAME aboga por la información, que le mujer esté lo mejor informada que pueda antes del parto. “Para eso estamos las matronas en Atención Primaria, para que a lo largo del embarazo y luego en las clases de educación maternal, ir aclarándoles cuál es el proceso, respondiendo a sus preguntas y para que puedan decidir mejor y puedan conocer mejor lo que les va a pasar y no lleguen despistadas sin saber qué hacer, sin saber qué les van a hacer, sin saber cómo va a salir todo, desorientadas. Cuanto mejor sepan mucho mejor”. Y recuerda que las matronas “somos enfermeras, hacemos cuatro años de formación, hacemos un examen tipo MIR, el EIR (Enfermera Interna Residente), y dos años de especialidad”.