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Un hombre ha sido condenado a 22 años de cárcel por violar a dos pacientes del Hospital psiquiátrico Sagrat Cor de Martorell, donde también estaba ingresado. El agresor sexual salió de su habitación y entró en las de sus víctimas, según la sentencia de la Sección 6 de la Audiencia de Barcelona.
El condenado estaba ingresado por un trastorno con impulsos asociados a una parafilia de tipo pedófilo y también estaba diagnosticado de trastorno psicótico no especificado. En 2007 ya había sido condenado a prisión por agresión sexual, y acabó de cumplir la pena en julio de 2018.
En febrero de 2019, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 4 de Martorell lo declaró incapacitado legalmente, en base a su diagnóstico psiquiátrico, que "comporta una limitación importante de su capacidad de autogobierno, que persistirá en el tiempo dada la inexistencia" de un tratamiento médico que pueda curar su trastorno.
Un mes después de salir de prisión ingresó en el psiquiátrico donde violó a otros dos pacientes. Para ello, durante la siesta, entró en la habitación de un joven de 19 años, lo despertó, "le sujetó el cuerpo con las piernas para impedir su resistencia" y le obligó a hacerle una felación.
Una semana más tarde, también a la hora de la siesta, porque sabía que era un horario "de menor control o vigilancia", entró en la habitación de otro paciente, lo agredió sexualmente. También lo amenazó con matarlo si lo contaba. Para intimidarlo, "le quemó con un cigarro encendido en el brazo produciéndole lesiones de quemadura", según los hechos probados de la sentencia.
La Audiencia de Barcelona que lo ha juzgado, lo condena a 11 años de cárcel por cada uno de los dos delitos continuados de agresión sexual, a los que añaden la agravante de reincidencia y la eximente incompleta de alteración psíquica.
También le condenan como autor de un delito de amenazas a cuatro meses más de cárcel, señalando que como máximo cumplirá 20 años de prisión por todas las condenas. Además le imponen una multa de 180 euros por un delito leve de lesiones y una orden de alejamiento de 1 kilómetro las víctimas, además de la libertad vigilada durante ocho años después de salir de prisión.
El condenado deberá indemnizar a las víctimas con 60.000 euros para cada uno. Asismismo la Sala declara responsables subsidiariamente al CatSalut y al Hospital, del que señala que aunque tenía informes sobre las patologías del condenado y de su peligrosidad, "no se adoptaron las medidas de seguridad necesarias sobre su persona".